Lo que no puede ser no puede ser, y además es imposible. El Recreativo de Huelva ha vuelto a empatar sin goles por tercera jornada consecutiva y ya es el octavo en 17 partidos. Iván Aguilar tuvo la ocasión más clara del encuentro en el último minuto y no pudo salir del estadio a hombros, como ya lo hiciera Rubén Mesa la temporada pasada ante el mismo rival. Los onubenses hicieron méritos en la segunda mitad para llevarse los tres puntos, pero la falta de pegada persiste y parece que la maldición del gol no va a terminar jamás.
Lo mejor, el saque de honor realizado por José Antonio Garrido, el pequeño de Gibraleón aquejado de leucemia y que necesita un transplante de médula ósea.
El partido arrancó con claro dominio visitante. El equipo nazarí superó a los albiazules en todas las líneas y tuvo varias ocasiones claras para adelantarse en el marcador. Un zapatazo de Estupiñán fue despejado por el meta Arturo, el colegiado anuló un gol por fuera de juego de Hongla y Clifford mantuvo en jaque a la zaga local.
Por su parte, el Recre se mantuvo firme en defensa y solo se acercó a la meta rival mediante un lanzamiento de libre directo que se marchó por encima del larguero de Miguelito. En la última jugada de los primeros 45 minutos, Arturo Cordero no supo atajar un balón y Matheus disparó alto. Con muy malas sensaciones se marcharon los recreativistas al túnel de vestuarios.
Pero tras la reanudación se vio otro partido. Tuvo otra pinta. El Decano salió más enchufado al campo, tuvo más tiempo el balón y empezó a sufrir menos en defensa. Pavón, que por séptimo partido consecutivo no pudo dirigir a los suyos en el banquillo, quitó a Rubén Mesa y metió a Dani Molina. De las botas del centrocampista onubense nació una de las mejores transición de los recreativistas en el partido. La jugada fue elaborada por Miguelito y terminó con un fuerte cabezazo de Iván Aguilar en el corazón del área tras un buen balón de Antonio Núñez desde la banda derecha.
Los onubenses, apoyados por unos 3.000 fieles que acudieron al templo recreativista pese a las inclemencias climatológicas, buscaron el gol con ahínco. Sin embargo, la falta de claridad en los últimos metros fue decisiva. Jesús Vázquez, en el 71’, soltó un latigazo desde fuera del área y fue el primer tiro entre los tres palos del Recreativo.
El Decano se encontró muy cerca del gol y Núñez tuvo una clara ocasión con un tiro a bocajarro dentro del área que fue repelido por Pol.
En el 78’, Diego Altamirano, que acababa de entrar al campo por un extenuado Rafa de Vicente, condujo un contragolpe y terminó disparando desviado cuando tenía totalmente solo a Iván Aguilar dentro del área.
Por su parte, el Granada B se deshizo de la fuerte presión onubense con un buen disparo de Luis Suárez, que besó el poste derecho de la portería defendida por Arturo Cordero.
Minutos de infarto
Tanto la grada como los ‘guerreros’ recreativistas se vinieron arriba en los últimos cinco minutos. El partido estaba abierto. Altamirano controló mal dentro del área cuando se encontraba casi libre de marca e Iván Aguilar remató al palo y posteriormente desviado en la última jugada del encuentro. No pudo ser y otra semana más que no da una alegría el Decano.
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