El Fiat Qubo, un vehículo difícil de encuadrar, ya que podría pasar por una furgoneta y también por un monovolumen compacto, es una opción para aquellos que buscan un coche fácil de conducir y útil gracias a su versatilidad.
La marca italiana ha renovado este turismo -así lo denomina- con el objetivo de aumentar su funcionalidad, en la que destaca un gran espacio interior, pese a no ser un coche especialmente grande (3,90 metros de largo).
En este sentido, juega un papel importante su modularidad, ya que los asientos se pueden configurar de dieciséis formas diferentes.
Otro ejemplo de lo bien aprovechado que está el coche es su maletero, que cubica 330 litros con los asientos traseros en posición normal y hasta un máximo de 2.500 litros (hasta el techo) con los asientos traseros desmontados.
Y un punto más a su favor es el acceso a la segunda fila de asientos, ya que sus puertas correderas aportan comodidad a la hora de subirse al coche y se necesita un espacio reducido para abrirlas.
En el interior, el volante también evoluciona y en él destaca una moldura en negro brillante que le da un aspecto de mayor calidad. Además, integra los mandos de la radio.
En el panel de instrumentos hay un nuevo grafismo retroiluminado que aporta una mayor visibilidad para el conductor.
También la tapicería se ha renovado en cuanto a tejidos y tonos, y una moldura central en negro brillante adorna el salpicadero de esta versión Trekking con la que se ha realizado la prueba.
Otra de las novedades del interior es el sistema de infoentretenimiento con radio MP3 y pantalla táctil de 5 pulgadas en color y que incluye el sistema de navegación.
El coche también equipa Bluetooth, streaming de audio, puerto USB, conector auxiliar, seis altavoces y mandos en el volante.
El acabado Trekking incorpora además exteriormente barras de techo longitudinales y llantas de aleación diamantadas y bruñidas de 15 pulgadas con neumáticos específicos M+S (barro y nieve), asientos delanteros con apoyabrazos (el del conductor con regulación lumbar en altura).
Para ofrecer un aspecto campero, y en línea con los SUV (los todocamino), exhibe una placa protectora delantera, molduras laterales con logo Trekking y lunas tintadas.
El puesto de conducción es ergonómico, lo que permite acceder con facilidad a todos los elementos de información y entretenimiento sin tener que quitar la vista de la carretera lo justo.
La banqueta es algo corta, por lo que las personas con una altura superior a la media comprobarán que no les recoge completamente las piernas. Como contrapunto, el respaldo es mucho más confortable.
Lo primero que notará el automovilista al montar en el coche es la altura de los asientos. Al volante podrá tener controlada la carretera y sus posibles incidencias, pero no sólo por la posición de los citados asientos, sino también por las ventanas del coche, ya que son muy amplias, lo que otorga un campo de visión sobresaliente.
Respecto a su comportamiento dinámico, hay que poner de relieve que se trata de un vehículo urbanita, práctico para el día a día, así como para el fin de semana.
El límite al disfrute del fin de semana o a los trayectos largos lo pone la forma en que entrega la potencia el propulsor 1.3 Multijet II de 80 CV.
Aunque tiene un andar agradable en ciudad y autovías y autopistas llanas, en las vías rápidas con fuertes pendientes se queda algo corto.
Para los que necesiten un empuje mayor en su actividad profesional o con el que encarar mayores aventuras, Fiat comercializa un turbodiésel 1.3 MultiJet II de 95 CV, que seguro les dará una respuesta más satisfactoria.
La gama de motores de este vehículo comercial, adaptado a las necesidades particulares, también está formada por un gasolina 1.4 Fire aspirado que entrega una potencia de 77 CV.
En ciudad, donde a veces por las condiciones del tráfico es necesario el uso de la primera marcha, el Qubo, en frío, da pequeños tirones, aunque una vez metido en materia su comportamiento es muy bueno.
La suspensión es algo dura, de manera que en carreteras con baches o desniveles en el asfalto el vehículo rebota un poco. Sin embargo, con todas los asientos ocupados o con carga, esta sensación se suaviza bastante.
Una de las principales bazas del Qubo con el acabado Trekking es el sistema Traction+, un dispositivo que facilita la conducción en situaciones de baja adherencia transfiriendo la fuerza motriz al eje delantero (hasta 50 km/h) de la rueda que tiende a patinar a la que tiene mayor agarre al suelo.
Por tanto, se trata de un coche con un carácter original, sencillo a la hora de conducir, versátil.
Con el plus del acabado Trekking, que le confiere aspecto de tdocamino, es un vehículo ideal para los que gustan de practicar deportes al aire libre y que, claramente, agradecerán las protecciones de los bajos que equipa el vehículo para proteger la mecánica cuando se abandona el asfalto y uno se adentra por caminos de tierra.
Eso sí a estas personas hay que recordarles que solo se trata de una tracción reforzada y no de unas reductoras o un sistema 4x4.
Todo esto, unido a un precio que resulta interesante (14.147 euros, con descuentos), ha de ser tenido en cuenta a la hora de buscar, sin complejos, un compañero para el trabajo y el ocio.
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