La Junta de Andalucía batallará con el Gobierno central para que las empresas hoteleras afincadas en la comunidad puedan beneficiarse de una rebaja en las cotizaciones a la Seguridad Social durante los meses de invierno. El objetivo no es otro que frenar la estacionalidad y evitar, en la medida de lo posible, que cientos de establecimientos se vean obligados a echar el cierre cuando tras el verano cae la clientela.
Es una de las medidas que ya esboza la Consejería de Turismo y Deporte. Su titular, Francisco Javier Fernández, confirmó este jueves en Acento Andaluz, el programa de Ondaluz TV, que el Ejecutivo autonómico presionará también a Madrid para que el IVA que soportan las actividades turísticas se recorte del 21% actual al 10%. “Incrementar la fiscalidad en un sector en auge fue una torpeza”, asegura.
Ambas iniciativas forman parte de la estrategia diseñada para consolidar aún más a Andalucía como destino. Las cifras soplan a favor: los 28 millones de visitantes con los que se prevé cerrar este año escalarán hasta 30 millones en 2020. El secreto, confirmó Fernández, no es otro que “haber consolidado la calidad de la comunidad como destino” o “diversificar más allá del monocultivo de sol y playa”. Entre los objetivos figura también traducir eso en empleo estable y de calidad, algo para lo que solicita “que los empresarios mantengan su grado de responsabilidad”.
Lo que no acepta la Junta es la tasa turística que han planteado varios ayuntamientos, incluido el de Sevilla. “Ni está en el debate ni lo apoya el sector. Además, no podríamos pedir al Estado que reduzca la fiscalidad y crear nosotros una tasa paralela”, advierte el consejero. Sí funciona, por contra, el registro de alojamientos turísticos que trata de combatir la economía sumergida y suma 17.000 inscritos.
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