Fernando, te están dando un premio nacional, es un Gobierno y un ministro de la derecha los que están ahí, por un día no seas polémico”. Se repetía para sí mismo el director de cine Fernando Trueba cuando a continuación dijo lo que él mismo ha calificado de “boutade” –una especie de disparate exagerado en broma- : “Siempre he pensado que en caso de guerra, yo iría siempre con el enemigo. Qué pena que España ganara la Guerra de Independencia. Me hubiera gustado que ganara Francia. Nunca me he sentido español, ni cinco minutos”.
Esta frase le ha costado un boicot de la derecha a su última película “La Reina de España”, una continuación de la exitosa “La Niña de tus Ojos”. El abanderado de la campaña ha sido Fran Riverra “Paquirri”: Trueba es "buen director pero un hipócrita. Devuelva las subvenciones, sinvergüenza!". "Es una vergüenza que se le concedan premios a alguien que reniega de su nacionalidad”.
La verdad es muy otra. Las cosas tienen su contexto. Trueba es admirador de Buñuel y del surrealismo y lo ha practicado cuando ha podido. Lo desafortunado del momento y lo difícil de entender las bromas gruesas ha hecho el resto: “Quería hacer algo relajado, fluido, que la gente se riera un poco, que se lo pasasen bien, pero sin buscar ningún lío. Y, Dios mío, ahí me di cuenta de lo naíf que soy yo o de lo ingenuo y optimista, porque se montó un circo que para qué…el gran malentendido es que yo estaba haciendo una crítica al nacionalismo y…lo que nos sobra en este país son nacionalistas de todo tipo”.
Cuando se está blanqueando en una serie televisiva un personaje filonazi como Serrano Suñer, al que Esteve, del Amical del campo nazi de Mauthausen, y el periodista Carlos Hernández, responsabilizan –con Franco- del exterminio de 7.000 españoles, se monta una indignación general por una polémica frase. Se demuestra una doble e hipócrita vara de medir. Se blanquea a Serrano Suñer y se criminaliza a un director de cine. ¡Eso sí que es español!
El surrealista André Breton le dijo a Buñuel -cuenta Trueba en Jot Down-: “Luis, ya no es posible el escándalo”. “El escándalo ahora lo hacen los políticos, nosotros ya no escandalizamos”. Se equivocó.
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