Iban a por todas y lo han conseguido. El alumno Francisco Gutiérrez Gerena, de 2º Ciclo Formativo de Grado Medio de Cocina y Gastronomía del IES Fernando Quiñones se ha impuesto en la final del Primer Concurso de la Dieta Mediterránea ‘Mediterránea 2016’ celebrada en la Escuela de Hostelería Simone Ortega de Madrid. Tras ser seleccionado en la categoría de primer plato entre 1.025 recetas presentadas de toda España, el pasado martes se hizo con el primer premio en su categoría gracias a “Cádiz”, un nombre que él y su profesor y artífice de la propuesta, Vicente Fernández, decidieron bautizar a última hora para su propuesta gastronómica.
Originariamente se denominaba “Lubina Salvaje en Caldo Daschi con Infusión de Hinojo y Apio sobre Canelón de Galeras al Oloroso y Espuma de Mar”, pero sobre la marcha vieron que “Cádiz” era el nombre que mejor resumía un plato que acabó conquistando al paladar de un jurado presidido por Pedro Larumbe, con dos estrellas Michelín. “El plato es Cádiz, el marisco, el sabor a mar, la huerta, los chipirones de Rota, el vino Oloroso y Brandy de Jerez...tenía que ser ese nombre”, destaca el profesor de este alumno de 25 años, al que lleva un mes preparando y que en la semana previa ha cocinado durante horas cada día. Mereció la pena, pues pese a la presión de estar cocinando durante dos horas y media un plato de ese nivel para el que se pidió asesoramiento de profesionales de Jerez delante del jurado, el resultado no pudo ser más positivo.
“Lo teníamos muy trillado porque le habíamos echado muchas horas porque son platos de concurso, que no se encuentran en un restaurante, pero tengo que decir que lo bordó y de las veces que lo ha hecho esta ha sido la mejor que le ha sabido”, reconoce su preparador, de quien también es este premio, que admite que “estaba más nervioso que él” (por su alumno), al que solo pudo dar algunas indicaciones durante la prueba.
El premio es una Masterclass de la que disfrutará una vez que termine sus estudios, a la espera de que se concrete de si se la imparten en el País Vasco.
En cualquier caso, el mérito de este centro pequeño es doble teniendo en cuenta la dura competencia que ha dejado atrás. “Había muchos institutos con más fuerza, y que uno como el nuestro más pequeño lo haya ganado demuestra que a veces el cuento de la cenicienta da resultado”, concluye su orgulloso profesor. ¡Muchas felicidades!
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