El siniestro, que tuvo su origen en la proa de la nave, se saldó afortunadamente sin daños personales, si bien la tripulación, trabajadores portuarios y cuatro operarios que se encontraban trabajando en el barco tuvieron que ser evacuados ante el riesgo que entrañaba su permanencia a bordo.
El incendio resultó especialmente peligroso por el carácter “inflamable e impredecible” de los materiales ubicados en el mismo lugar donde se concentraban las llamas. Según la información aportada por la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras, el fuego se originó, por causas que se desconocen, en unas botellas industriales de acetileno almacenadas en la proa del barco, junto con botellas industriales de oxígeno -15 botellas de acetileno y 16 de oxígeno-, hacia las 1.25 horas.
En ese momento comenzó a arder la cubierta de proa, e inmediatamente APM Terminals activó el Plan de Emergencia de la terminal.
Al comprobarse que el fuego superaba las posibilidades de los trabajadores del Puerto, se dio aviso al Consorcio de Bomberos, cuya intervención dio comienzo a las 01.35 horas, si bien no consiguen acceder al buque hasta 15 minutos después.
Hasta el lugar se desplazaron 13 Bomberos del Consorcio Provincial, provistos de siete vehículos. Cuando llegaron, todas las botellas de acetileno desprendían llamas, y dos de ellas explotaron. Otras tantas presentaban fisuras.
La intervención fue muy complicada y peligrosa, debido al material en combustión. El acetileno se caracteriza por ser un gas altamente inflamable e inestable, que reacciona ante cualquier cambio de temperatura o presión; y el oxígeno, ante el exceso de calor, puede provocar graves y violentas explosiones.
Tras el acceso al buque, los bomberos comenzaron las tareas de control, consistentes en enfriar el material en combustión y retirar de su alrededor cualquier otro combustible que pueda propagar el incendio.
Los efectivos del Consorcio, dotados con equipos de respiración autónomo (ERAs), lograron retirar las 16 botellas de oxígeno -con 50 litros de capacidad- siempre manteniendo la distancia adecuada para no ser alcanzados por las explosiones.
Después de cinco horas de trabajo, la mayor parte del tiempo enfriando el material para evitar deflagraciones, haciendo uso de mangueras de 45 milímetros, lograron extinguir el fuego alrededor de las 5.50 horas.
Por motivos de seguridad, las bombonas quedaron sumergidas en agua, y permanecerán así al menos durante 24 horas para un enfriamiento total.
Peligroso
El incendio en el Maersk Newport podía haber tenido dimensiones trágicas. En el momento en que asomaron las primeras llamas, la tripulación del buque, así como trabajadores portuarios del sector de la estiba y operarios se encontraban trabajando en él. Los dos primeros grupos lograron salir por su propio pie cuando observaron el peligro, pero los cuatro operarios, que realizaban trabajos en la proa, quedaron sin escapatoria y tuvieron que esperar una oportunidad propicia para poder ser rescatados sanos y salvos de las llamas.
Finalmente, estos trabajadores lograron salir del buque por un costado de la nave, gracias a la intervención del VB Algeciras, uno de los tres remolcadores enviados al lugar del incendio. Su principal labor fue la de enfriar la popa, mientras los bomberos hacían lo propio con la parte delantera del buque.
En base a la información facilitada desde la Autoridad Portuaria, una ambulancia del 061 se desplazó al lugar, pero no fue necesaria su intervención.
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