La Fiesta Anual del Primer Aceite de Jaén celebra este fin de semana en Andújar su tercera edición, con la aspiración de superar los 34.000 participantes de las dos primeras ediciones, desarrolladas en Baeza y en Jaén. Francisco Reyes, presidente de la Diputación Provincial, que es la entidad impulsora de esta Fiesta, habla en esta entrevista de la autoestima que supone para Jaén esta fiesta donde se ensalzan los primeros y mejores aceites de esta campaña oleícola. Al mismo tiempo, destaca las oportunidades que se le abren a los productores de cosecha temprana y repasa otros retos que tiene por delante el sector del aceite de oliva en la provincia.
De alguna manera, ¿la Fiesta del Primer Aceite es un reconocimiento a los agricultores y productores jienenses?
–Lo primero que queremos es reconocer el tremendo esfuerzo del sector en pro de la calidad y por poner en valor el mejor aceite de oliva. Y, por supuesto, también se quiere elevar la autoestima de los propios agricultores y productores. Ese es el origen de esta fiesta que nace con vocación de continuidad, este año en Andújar después de pasar por Baeza y Jaén. Y después nos iremos a Galicia.
¿Por qué se quiere subrayar la importancia del primer aceite?
–Es una filosofía que cada vez está calando más entre las cooperativas y productores. Tenemos que hacer un esfuerzo por la calidad y que se pague. No todo el aceite de oliva puede tener el mismo precio, la calidad tiene que pagarse. Y eso sólo se hace poniendo en valor un producto de esta calidad tan excepcional. En definitiva, queremos poner en valor la importancia que el aceite de oliva tiene para nuestra provincia desde el punto de vista económico, cultural, de empleo, gastronómico y que marca nuestra forma de ser y actuar.
Tras Andújar, la feria viajará la semana siguiente a Galicia, ¿por qué se ha elegido esa tierra?
–Ya el año pasado hicimos un maridaje entre el primer aceite con las naranjas en Valencia. Y este año hemos mirado a Galicia porque creemos que tenemos dos grandes oportunidades de fusionar el aove con productos gallegos, como son el pulpo y también para incorporar el aove en las conservas de pescado. Se trata de abrir una puerta más grande a un mercado lleno de posibilidades. Y la verdad es que nos estamos viendo desbordados por el número de empresas que quieren venir hasta Galicia a presentar sus aceites tempranos y colaborar a la hora de enseñar lo mucho que ver y mucho que se puede disfrutar en los 66 millones de olivos que tenemos en Jaén.
La Fiesta del Primer Aceite no es la única apuesta de Diputación con el sector oleícola.
–En efecto, tenemos dos vías principales den las que estamos trabajando especialmente: una a través de los cocineros, con los concursos de ámbito internacional de cocina, para llevar el mejor aceite de oliva a los restaurantes y la hostelería; y, por otro lado, en el ámbito de la salud a través del informe Predimec que elaboran destacados investigadores y que pone en valor las bondades del aceite de oliva para combatir enfermedades o retrasar el envejecimiento. Además, tenemos una línea de ayudas a las almazaras que vamos a mantener.
¿Y el oleoturismo?
–Si, vamos a seguir potenciando el oleoturismo, que está teniendo un importante auge en los últimos tiempos, como lo demuestra, por ejemplo, la cooperativa San Francisco de Begíjar, que ha tenido ya más de 5.000 visitas. Yo creo que el aove nos tiene que dar muchas más alegrías de las que nos ha dado hasta ahora. Y el oleoturismo es una oportunidad más para crear empleo.
¿El Paisaje del Olivar será pronto Patrimonio Mundial?
–Esperemos que así sea. Es un proyecto en el que hemos puesto mucha ilusión y donde estamos tirando desde la Diputación Provincial de Jaén. Queremos aprovechar la marca Unesco, como una marca potente y singular en el mundo porque creemos que ese reconocimiento sumará más al olivar y, muy especialmente, a la provincia de Jaén.
¿Van a seguir siendo necesarias las ayudas para el sector olivarero?
–Mientras haya ayudas tenemos que pelearlas con uñas y dientes. Otros muchos productos tienen ayudas de la Unión Europea, no solo el aceite de oliva, y no ocurre nada. Hay que poner en valor los 66 millones de olivos que tenemos en Jaén, que cumplen otras muchas funciones, entre ellas una de tipo medioambiental al ser un espectacular sumidero de CO2
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