Andalucía

Inquietud en Chipiona por el futuro parque eólico marino

El rechazo de los vecinos de Barbate, Conil y Vejer a la instalación frente a sus costas de parques eólicos marinos está llevando a las empresas promotoras de estos proyectos a fijarse en Chipiona, donde su alcalde, Manuel García, ha logrado un acuerdo con la Universidad de Cádiz y la empresa Magtel

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  • Ubicación virtual del futuro parque eólico de Chipiona. -
El futuro parque eólico marino anunciado por el alcalde de Chipiona, Manuel García, que proyecta instalar un centenar de aerogeneradores frente a las costas de la localidad ha provocado inquietud en la sociedad chipionera, principalmente en el sector turístico, clave en el desarrollo económico del municipio, y entre los colectivos ecologistas locales y provinciales.
En la última reunión de la mesa sectorial de turismo de Chipiona, celebrada a principios de junio, quedó patente esta inquietud. Todos los asistentes preguntaron al alcalde sobre el proyecto. En ese encuentro, asegura el vicepresidente del Club Amigos de la Naturaleza Scipionis (CANS), Benito Ruiz, el regidor “no dio ninguna información y dijo que ya la darán los técnicos”.
Al igual que ha ocurrido en otras localidades donde se han planteado proyectos de parques eólicos marinos, en Chipiona todo parece indicar que no existe consenso sobre el tema y que los colectivos se posicionan en un principio en contra precisamente por la falta de información.
“Está todo el mundo mosqueado”, indica el vicepresidente de CANS que insiste en que “hay una desinformación total”. Como ejemplo de esta situación, Benito Ruiz expone que “nos vienen a consultar sobre el proyecto marineros y pescadores, empresas turísticas e incluso partidos políticos, y a a todos les decimos lo mismo: no tenemos ningún tipo de información”.

Impacto visual

Los ecologistas de Chipiona se muestran a favor de las energías renovables, pero, al igual que el sector turístico local, se muestran preocupados por el posible impacto visual del parque eólico sobre el horizonte de las playas.
Sin que se conozcan los detalles del proyecto, ya ha trascendido que el parque será capaz de abastecer de energía a una población de 250.000 habitantes y que estará ubicado a una distancia de ocho a quince kilómetros de la costa entre Chipiona y Rota, más en el primer término municipal.
En este sentido, el alcalde chipionero aseguró el pasado mes de febrero que el parque eólico tendrá un impacto visual cero, puntualizando que “ni en la playa, ni en la arena, ni en el paseo marítimo, como han empezado a desinformar desde la oposición. No existirá impacto visual alguno”.
Sin embargo desde el colectivo ecologista local recuerdan que “el alcalde empezó hablando de 50 kilómetros de distancia y de 3.500 puestos de trabajo, luego de 15 kilómetros y 2.500 puestos, y ahora de 8 kilómetros y 800 puestos”.
El parque eólico marino de Chipiona se ubicaría en una “zona apta con condiciones” de las que recoge el mapa eólico marino aprobado por el último Consejo de Ministros del pasado mes de abril. La distancia mínima establecida para estas zonas espaeciales es de ocho kilómetros de la costa.

Cerca de Doñana

Otro de posibles inconvenientes de instalar un parque eólico marino frente a las costas de Chipiona es su cercanía al Parque Nacional de Doñana y el impacto que esta instalación puede producir sobre la fauna.
Colectivos ecologistas europeos ya han advertido que el futuro parque eólico podría afectar en las rutas de las aves de que utilizan Doñana como lugar de paso, descanso o nidificación. Además recuerdan que la UE aporta a Doñana 60 millones de euros de los presupuestos anuales en concepto de ayudas, cantidad que podía cuestionarse si peligra el equilibrio del parque natural como consecuencia de la intervención humana.
Ecologistas europeos están manteniendo contactos con colectivos locales para recabar información sobre el proyecto que sirva para tomar medidas
En el aspecto medioambiental también hay que tener en cuenta el impacto de los generadores sobre el lecho marino y sobre los caladeros de pesca.
En el caso particular del parque eólico marino de Chipiona este aspecto es muy importante dado que se ubicaría relativamente cerca de la desembocadura del Guadalquivir y de las zonas de crianza propias de las marismas. Muchos temen por el famoso langostino de Sanlúcar.

Ecologistas y el mapa

La publicación del mapa eólico marino ha provocado una resolución de la asamblea de Ecologistas en Acción en la que aboga por un “mayor grado de concreción para dilucidar sin ambigüedades qué sitios pueden albergar estos parques eólicos” y defiende que “las evaluaciones de impacto ambiental que se realicen, deberán ser bastante más rigurosas de lo habitual; en ningún caso dejarán la puerta abierta a mecanismos compensatorios o a autorizaciones condicionadas, salidas en falso que han permitido alcanzar en otras ocasiones declaraciones de impacto ambiental del todo rechazables”.
Los beneficios de la energía eólica en el mar, matizan, “son indudables, pero el medio que la va a albergar es muy frágil, por lo que todas las cautelas son necesarias”. El colectivo se ratifica en la posición adoptada hace cinco años: “Si el proyecto a evaluar resuelve los impactos ambientales, no genera perturbaciones en las rutas migratorias de las aves, no afecta a los caladeros de pesca litoral y asegura la evacuación de la electricidad generada sin problemas, el proyecto sería asumible desde posiciones de racionalidad ecológica y de compromiso con el desarrollo sostenible”.

Sólo una página en la web de Magtel

Magtel Renovables, la empresa que se asocia con el Ayuntamiento de Chipiona (5% del presupuesto) y la Universidad de Cádiz (1% del presupuesto) para llevar a cabo el parque eólico marino ‘Las Cruces del Mar’, sólo muestra la página que aparece en la imagen en el apartado de proyectos de su web, aclarando que se encuentra en estudio.

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