Las necesidades de las familias sin recursos de Jaén no sólo se limitan a la alimentación, sino que los gastos corrientes de la vivienda e incluso la propia vivienda se están convirtiendo en los últimos años en el principal problema. Así lo han detectado desde Cáritas Diocesana, que ha incrementado el gasto anual en ayudas destinadas a la vivienda para atender “necesidades que otras organizaciones no atienden”, reconoce el director de Cáritas Diocesana, Rafael López-Sidro.
Sólo en el pago de alquileres, durante el presente año ya han gastado alrededor de 100.000 euros. Y es la tónica habitual en los últimos años. López-Sidro recuerda que en el año 2014 gastaron 7.000 euros en pagos de recibos de luz, pasando al abono de 80.000 euros el año pasado por el mismo concepto.
Uno de los mayores incrementos del gasto de Cáritas Diocesana se ha producido en el área de vivienda, pasando de 40.000 euros a más de 200.000 euros en los últimos años.
Ante estas circunstancias, desde Cáritas Diocesana se centran en estas otras necesidades de las familias sin recursos. “La entrega de alimentos es mínima. No queremos que desaparezca totalmente”, reconoce el director de Cáritas Diocesana, pero la realidad es que acciones como la entrega de alimentos queda ahora en manos de otros colectivos.
Entre otros, de la Federación de Asociaciones Vecinales ‘Ciudadanos por Jaén’, en la que sus voluntarios están “desbordados”, según reconoce el presidente de la Federación, Antonio Guerrero, ya que a las familias que atendían en los últimos tres años se siguen sumando las derivadas por las Cáritas y aquellas que eran atendidas por otros colectivos que ya no entregan, como la Federación de Asociaciones Vecinales Objetivos Comunes ‘OCO’. “Hace tres años atendíamos a 90 personas y ahora entregamos alimentos a 800 jienenses”, asegura Antonio Guerrero, recordando la labor altruista de la veintena de voluntarios de la vocalía de apoyo social.
El local donde la junta directiva de ‘Ciudadanos por Jaén’ almacena los alimentos fue cedido por el Ayuntamiento, pero desde hace tres meses trabajan sin luz por la incapacidad económica de la Federación de hacer frente al pago de los recibos. “Las familias están pasando muchas necesidades y no podemos dejar de entregar alimentos una vez al mes”, termina Antonio Guerrero.
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