Los proyectos de extracción e inyección de gas en el subsuelo del entorno de Doñana que pretenden llevar a cabo empresas como Gas Natural aumentan el riesgo de terremotos en la zona ya que añaden una "sismicidad inducida" en una zona que, ya de por sí es un "polvorín sísmico" por su situación geográfica.
Esta es una de las conclusiones del informe 'Riesgos sísmicos relacionados con el proyecto de almacenamiento subterráneo de gas en Doñana y su entorno', elaborado y publicado por los doctores en Ciencias Geológicas José Manuel Cantó, Miguel de las Doblas, y Julio Barea.
Cantó, en declaraciones a Efe, ha explicado que el estudio es un resumen de todos los trabajos y conocimientos existentes al día de hoy sobre la zona y la influencia que en ella pueden tener este tipo de actuaciones, que "pueden hacerlas distintas empresas, no sólo Gas Natural", ya que, por ejemplo, Repsol, también opera en este ámbito.
Dicho resumen pone de manifiesto lo que a su juicio son "datos absolutamente fiables por que están admitidos y hechos públicos por la comunidad científica internacional" y concluyen que "hay un riesgo muy alto" de que puedan producirse terremotos inducidos por el ser humano en Doñana y su entorno, motivado, principalmente, "por las condiciones tectónicas existentes".
"La extracción de gas en el subsuelo de Doñana no es algo nuevo, lleva realizándose muchos años, sin embargo, ahora pretenden inyectarlo en zonas que han quedado vacías, a modo de reserva", ha indicado el geólogo, para quien esto no supone más que "ayudar a la naturaleza a generar movimientos sísmicos en un punto con una importante actividad tectónica, como es el Golfo de Cádiz".
Según apuntan en el informe, Doñana se encuentra dentro del "polvorín sísmico" del Suroeste peninsular, en la zona de interplaca que separa África de Eurasia, una de "las más inestables y complejas del mundo".
En este punto, recuerdan que "las zonas costeras españolas y portuguesas del Golfo de Cádiz presentan una neotectónica activa con abundantes evidencias de terremotos y tsunamis recurrentes desde el cuaternario reciente hasta hoy en día".
Es por ello que los geólogos inciden en que actuaciones como la abanderada por Gas Natural podrían provocar una "sismicidad inducida", al llevarse a cabo en una corteza sismogenética.
De ahí que consideren que "se deban de evaluar los riesgos sísmicos de manera "integral", que no se ha hecho, y mientras tanto no aconsejan que se ejecute infraestructura alguna que comporte el almacenamiento, extracción e inyección de gas pues, además de aumentar las posibilidades de seísmos, también se elevarían las de inundaciones, contaminación, hundimientos, o escapes de gas, entre otros.
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