Se autoproclamaron los “ayuntamientos del cambio”; sin embargo, quince meses después, el espejo les devuelve el reflejo de una realidad que poco tiene que ver con la que proclamaron en sus discursos el 13 de junio de 2015 y, menos aún, con las relaciones que establecieron e hicieron posible la investidura de gobiernos “progresistas”.
Las grietas no han tardado en hacerse visibles desde el exterior, y el caso más reciente se vive en estos momentos en Jerez, donde los socios de investidura del PSOE -Ganemos Jerez e Izquierda Unida- han solicitado ya formalmente la dimisión de la alcaldesa de la ciudad, Mamen Sánchez. El detonante, en este caso, ha sido la renuncia a la readmisión de los afectados por el ERE municipal puesto en marcha por el gobierno del PP en 2012, aunque las diferencias han dejado al descubierto más desencuentros, pese a que el ejecutivo socialista ha resaltado esta semana que ha cumplido con más del 90% de los acuerdos sellados con ambas formaciones para la investidura.
La situación puede conducir al bloqueo de la gestión municipal, ya que el PSOE necesitará los votos de Ganemos -fundamentalmente- y de IU para sacar adelante cuestiones tan relevantes como el presupuesto municipal -aún no se ha aprobado el de 2016- o las ordenanzas fiscales. Precisamente, mañana lunes, está convocado el pleno de las ordenanzas, al que llega el ejecutivo local con el no de la agrupación de electores. La alcaldesa ha lanzado un llamamiento esta semana a Ganemos para que “recapacite” el sentido de su voto, ya que, de lo contrario, “será el Ministerio de Hacienda quien decida las tasas”.
La situación, en cualquier caso, no sólo ha terminado por afectar a la acción de gobierno, sino que ha acrecentado las diferencias internas dentro del propio grupo municipal socialista, aunque en este caso se encuentran en el origen de la configuración de la lista, no como consecuencia de la ruptura de relaciones con sus socios de investidura, que han aprovechado las circunstancias para fijar sus preferencias en caso de un relevo que ni la alcaldesa ni el propio partido tienen previsto llevar a cabo. En realidad, el mensaje que llega del partido podría resumirse en un “toca asumir las consecuencias de un acuerdo que no contaba con una bendición mayoritaria”.
De hecho, en el caso de Jerez, como en el de Cádiz y el de El Puerto, pudieron más las ganas de desbancar al PP que un claro compromiso con los socios de investidura; y de ahí procede, junto con las estrategias correspondientes, la debilidad que en unos y otros sitios se está poniendo de manifiesto.
En Cádiz capital, José María González entró a gobernar gracias a su pacto de gobierno con Ganar Cádiz en Común, agrupación encabezada por IU, pero necesitó negociar un pacto de investidura con el PSOE para lograr la llave de la gobernabilidad a través de su abstención. Y, no solo no entró a gobernar, sino que el PSOE está ejerciendo una oposición dura y sin concesiones -tampoco apoyó los presupuestos municipales, que tuvieron que ser aprobados en Junta Local de Gobierno-. Eso sí, la estabilidad del pacto de gobierno goza por ahora de buena salud.
En El Puerto, un pacto entre PSOE, Izquierda Unida y Levantemos El Puerto desbancó al PP, aunque los problemas entre ellos no han tardado a salir a flote: Javier Botella, el concejal de Economía adscrito a Levantemos, lo dijo en un pleno: “el proyecto de parking que ustedes prepararon, si se hace, nos vamos”. Y se fueron. Desde entonces el PSOE gobierna en minoría (tiene 6 ediles) con IU (3). No llegan a los 13 de la mayoría absoluta. El PP se ha ofrecido a dar estabilidad pero su mano tendida ha sido rechazada.
En Puerto Real no ha intervenido el PSOE, pero el protagonismo inicial de la agrupación de electores Sí Se Puede Puerto Real como motor del cambio ha ido diluyéndose a medida que se han ido produciendo las dimisiones dentro del propio gobierno. Esta misma semana el teniente de alcalde de Urbanismo, Iván Canca (Equo), anunciaba la suya, por motivos “estrictamente personales”. La renuncia de Canca es la tercera que se produce por parte de un miembro del equipo de gobierno, en coalición con Equo. Antes quedó la vacante de Antonio Navarro, por incompatibilidades laborales, y Andrés Juan Rodríguez Perales también presentó su dimisión para pasar a ejercer como concejal no adscrito.
Así, PA con siete ediles, PSOE con tres, IU con uno, más el edil no adscrito, tienen mayoría frente a SSPPR y Equo.
Mención aparte
Caso aparte encontramos municipios como Barbate, donde su alcalde, Miguel Molina, gobierna en minoría bajo las siglas del PA, a pesar de las ofertas de otros partidos, sobre todo desde el PP, Somos Barbate e IU. Hace apenas un mes dos de sus concejales presentaron la dimisión y evidenciaron lo que era un secreto a voces: la división interna del equipo de Gobierno entre los que apostaban por buscar pactos con otros partidos y los que no, lo que ha dejado al gobierno con solo seis concejales y necesitado de apoyos inevitables.
Chequeo a otros gobiernos
Chiclana El PSOE gobierna junto a Ganemos. Su relación es sólida, frente a lo visto en otras ciudades.
San Fernando PSOE y PA gobiernan sin problemas en coalición con apoyos puntuales de Ciudadanos.
Sanlúcar El PSOE gobierna en minoría y en solitario, con apoyos puntales de Ciudadanos.
Rota PSOE e IU gobiernan en coalición y mantienen una relación estable.
Chipiona El PP gobierna en minoría. La dimisión del alcalde alienta ahora un posible pacto PSOE-IU.
Los Barrios El PA gobierna en minoría, aunque con apoyos puntuales del PP.
La Línea 100x100 Los Barrios gobierna en coalición con el PP y el grupo mixto. El pacto es estable.
Tarifa Comenzó gobernando el PP con el PA, pero tras una moción de censura se formó un tripartito entre PSOE, Ganar Tarifa y PA.
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