Encontrar empleo es una de las prioridades de cualquier ciudadano y en la actualidad, debido a las circunstancias económicas, tener un puesto de trabajo bien considerado se ha convertido en la gran meta de la gran mayoría de españoles. Alcanzar una posición la cual permita desarrollarse y le procure una independencia económica. Sin embargo, para conseguirlo, lo habitual es pasar antes por un arduo proceso de selección: un reclutador de personal que será el encargado de la evaluación.
A día de hoy esta situación es una de las más estresantes a las que se enfrentan miles de personas. Los aspirantes, aunque estén muy bien cualificados, sienten temor, ansiedad y nerviosismo ante la evaluación por parte de Recursos Humanos.
Sin embargo, la experiencia no tiene por qué ser tan traumática sobre todo si se siguen ciertos hábitos que se ven reflejados en esta infografía desarrollada por Perspirex sobre los 10 errores a evitar en una entrevista de trabajo.
Son muchas las personas que aspiran a conseguir un puesto de trabajo ante una competencia altamente cualificada. Ese hecho hace que la situación se revista de tintes más dramáticos y que el aspirante se vea más presionado si cabe. De hecho, no son pocos los que confiesan sentir auténtico miedo ante la perspectiva de verse entrevistado por un seleccionador exigente.
Se debe tener en cuenta que los nervios del aspirante no son algo que les ataquen a ellos solos. Por lo general, la mayoría de los entrevistados, en menor o mayor medida, se ven aquejados de un cuadro ansioso que suele ir calmándose a lo largo de la entrevista.
Lo cierto es que muchas de estas personas que están pugnando por un puesto de trabajo son víctimas de un buen número de manifestaciones de todo tipo, que acentúan su ya de por sí acuciante estado de ansiedad.
Algunos síntomas son físicos, como la aparición del sudor o de algunos tics, como mordisquearse las uñas o tocarse el pelo. Otros son más profundos, como las dudas y una merma de la confianza en uno mismo que hace que no se sepa siquiera cuándo preguntar por cuestiones que son de vital importancia para que se conozcan todas las condiciones que se ofrecen con el puesto de trabajo.
Lo importante es que los nervios sobrepasen a la persona y que sean capaces de contestar con coherencia a lo que preguntan. Se deberá tener en cuenta que la persona que ha sido elegida para la entrevista, no tiene la menor intención de causar perjuicio alguno y sólo cumple con su parte del trabajo: evaluar la documentación entrega y la experiencia del candidato.
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