La escritura perpetua

El Grupo IV

El Grupo IV ha tenido tradicionalmente una fuerza feroz, a veces ha parecido una Segunda A encubierta. La prueba está en la temporada pasada

El Grupo IV ha tenido tradicionalmente una fuerza feroz, a veces ha parecido una Segunda A encubierta. La prueba está en la temporada pasada: tres de los cuatro nuevos equipos en la Liga 1-2-3 proceden del Grupo IV: Cádiz, Sevilla Atlético y UCAM Murcia. El Marbella ha comenzado el campeonato con una fuerza estratosférica. Ha ganado todos los partidos que ha disputado. Todos, desde aquel 3-1 al desorientado Recreativo de la primera jornada. El Marbella ha construido un equipo nuevo, mezcla de juventud y experiencia, como se da en los buenos conjuntos de la categoría, con 21 incorporaciones. Hay jugadores como el veterano Añón, toda su vida en el Marbella, junto a otros como el argentino Nicolás Delmonte, que llegó este verano procedente de Estudiantes de San Luis.

Marbella vuelve a vibrar ahora con el fútbol como a principios de los años 90. Entonces, el Atlético Marbella, en Segunda A, tenía brillo y la política municipal de la ciudad subía a toda velocidad por una noria de final fatal, jugaba a un Monopoli de corrupción y dólar falso. Tomás Reñones llegó a aquel Atlético Marbella de Jesús Gil junto a otros futbolistas de portada. Venía Tomás de una larga tradición de excelentes laterales derechos rojiblancos. Colo, Melo, Marcelino, y el alemán Votaba, un mediapunta al que Luis Aragonés acostumbró a defender y a jugar por la banda. Los que vieron las carreras por el césped del jovencísimo Tomás en el Atlético Madrileño se convencieron de que su destino era la gloria, nunca pensaron que pararía en la cárcel. Pero Marbella es ahora una ciudad luminosa, hermosísima, que en algunos sitios se mueve por la noche a ritmo de blues. El Marbella gana y gana, a las órdenes de su entrenador, Nafti, aquel futbolista de origen tunecino que triunfó en el Racing. El techo del  Marbella es desconocido. Lo ha ganado todo. Y está dispuesto a seguir ganando. Marbella, que tiene tantas cosas, merece buen fútbol.

Y lo merece Huelva, claro, pero ahí está el Recre, asomado al vacío, haciendo ejercicios para equilibristas, con esa mala cara de las personas que entran y salen permanentemente del hospital sin terminar de curarse o de empeorar definitivamente. El Decano necesita dinero, pero sobre todo necesita puntos, porque la catástrofe deportiva provocaría inmediatamente el desastre institucional. Pronto se cumplirán diez años de aquel 0-3 en el Bernabéu. Sinama, Uche y Viqueira. Aquello sí que eran otros tiempos para el Decano. n

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