El recinto ferial se ha convertido en los últimos años en un espacio en el que se ofrece a los visitantes la posibilidad de comprar lo que de forma ambulante se vende y lo que se expone en los puestos por los que obligatoriamente hay que pasar para acceder a la zona de las atracciones y las casetas. Esta Feria de San Lucas 2016, un año más, se han vendido paraguas, especialmente los dos últimos días.
Es lo más tradicional ante días de feria que un año sí y otro casi también acaban mojándose. A pesar de las previsiones, el paraguas es un artículo que muchos se niegan a cargar, pero que ante jornadas de lluvia continuas, finalmente se compra por el módico precio de cinco euros.
En el interior de las casetas también se ofrece a los comensales papeletas para sorteos. Al precio de dos euros, al final del día el premio puede ser un peluche. Invitar a la compra de las papeletas para tener la posibilidad de sorprender con el premio a los más pequeños de la familia, es el gancho para que más de uno compre.
Para ellas, las posibilidades son muchas. Desde collares hasta pulseras, pasando para peluches para adornar los coches e incluso sombreros y mantones para lucir más flamencas por el recinto ferial. De forma ambulante, hombres y mujeres venden artículos de complementos, pero también petardos que explotar en la calle.
En los puestos se adquieren productos de alimentación, desde chucherías hasta turrones; también muñecos, artesanía y prendas de vestir.
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