Según el monitor, Francisco Javier Ceballos, y los profesores, los talleres han sido un éxito, hasta el punto de comprobar cómo una sola persona, dando explicaciones de ciencia ha mantenido a todos los escolares en el más absoluto silencio y prestando la mayor atención.
El monitor ha basado su clase en los libros de Julio Verne para explicar un poco como son las máquinas como el submarino, el globo aerostático y otros artefactos y vehículos.
Uno de los experimentos que más ha gustado a los pequeños ha sido introducir un huevo duro en una botella con el cuello algo estrecho, mediante un papel quemado con alcohol. El aire caliente quiere salir con tanta fuerza que el huevo se precipita, cae por la boca estrecha de la botella de una manera muy rápida.
La clase práctica de ayer contó con una participación muy elevada por parte de los alumnos.
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