San Fernando

San Fernando, orinada y defecada

Una invitación a regular el modelo de convivencia de La Isla “entre el mundo canino y el resto de los mortales" y entre los propios mortales tengan o no perros.

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“Ya no es permisible, ni sostenible en el tiempo, que San Fernando, sea una ciudad asediada por las micciones y defecaciones caninas, evidentemente como resultado de la falta de urbanidad  y que está colmatando a esta ciudad y que en algunos puntos de la misma, ya supone un problema de insalubridad pública”, afirma el partido político 3R.

La formación reconoce cuantos derechos asisten a los propietarios de mascostas, pero igualmente y “en igualdad de proporciones”, quiere ser exigente con el paquete de deberes que tiene para con la sociedad y que los partidos políticos de esta ciudad, “atendiendo a créditos de rédito político no quieren poner encima del candelero y siguen mirando para otro lado”.

Para 3R, las consecuencias son inaceptables para el día a día del isleño, además de la imagen “desoladora para nuestra oferta turística y nuestra imagen colectiva como ciudad”. Por lo tanto, exige al equipo de gobierno que busque el consenso político que sea necesario, para poder articular, la Ordenanza de Convivencia Ciudadana de  la ciudad de San Fernando, y que desde esta formación política, “proponemos que se siga el modelo de la ordenanza tipo de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) como documento preliminar de trabajo”.

Esta ordenanza tipo no sólo se refiere a las consecuencias del incumplimiento de las más elementales normas de convivencia de los propietario de mascotas, sino de la ciudadanía en general en todo lo que respecta al respeto a los demás y al patrimonio público y privado.

Una vez enriquecido con las aportaciones y particularización en esta ciudad, esa Ordenanza permitiría definir el conjunto de derechos, deberes e interrelaciones entre el “mundo canino y el homo sapiens-sapiens”, así como entre el resto de personas, imponiendo las medidas coercitivas que se estimen proporcionales al incumplimiento y suficientes para deshabituar a los infractores.

3R recuerda a los responsables públicos, que esta problemática forma parte de los “intangibles como ciudad, o sea, nuestros valores medioambientales y éticos, orgullo de pertenencia e imagen pública para los foráneos, variable indiscutible para nuestro desarrollo turístico y sus implicaciones económicas y que forman parte de las obligaciones de las Administraciones Publicas, de velar por ella”.

Saramago, advertía en 1988 cuando recogía su Premio Nobel, que cuando los deberes estuviera al mismo rango que los derechos de los ciudadanos, el mundo cambiaria, por ello no perdamos la esperanza de recobrar la Urbanidad… citan al final del comunicado.

Hay que recordar que San Fernando cuenta con ordenanzas específicas pero pocas veces se cumplen y no ya por los dueños de mascotas, sino por una gran parte de ciudadanos cuya falta de urbanidad es similar al de la minoría de dueños de mascotas que no cumplen con sus más elementales obligaciones. 

Quizá porque para empezar habría que enseñar lo que significa la palabra urbanidad. 

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