El Ayuntamiento de Cádiz llevó a cabo este jueves una ofrenda floral ante el Monumento que recuerda a las Víctimas de la Explosión que acaeció en Cádiz el 18 de agosto de 1947. Ese día, al anochecer, estalló un depósito de minas submarinas situado en pleno corazón del barrio de San Severiano y se cobró la vida de al menos 150 personas, ésa fue la cifra oficial de fallecidos. Hoy jueves se han cumplido 69 años de esta catástrofe.
El Instituto Español para la Reducción de los Desastres (IERD), con el apoyo de varios investigadores y colaboradores, se ha unido a esta conmemoración con el propósito de dotar de mayor contenido a este día y ofrecer en este año y en los venideros un conjunto de actividades que contribuyan a mantener este merecido recuerdo a las víctimas de la explosión. Así, tras el acto de la ofrenda floral se desarrolla un programa de actividades que comienza con la Ruta de la Explosión. A las 12:15 horas de mañana, el IERD dirigió una ruta guiada por los lugares de la Explosión que comenzó en el interior del Instituto Hidrográfico, desde el punto en el que se encontraba ubicado el almacén de minas que hizo explosión en 1947, para luego ascender hasta la calle Tolosa Latour y continuar por la Barriada España, calle Brunete, chalet de Varela, calle Acacias y chalet Las Terrazas. El itinerario terminó en la avenida de Bahía Blanca, contemplando el paisaje de los Astilleros de Cádiz.
Los actos proseguen por la tarde en la Casa de Iberoamérica, con el apoyo y colaboración del Ayuntamiento de Cádiz. Así, a las 20:00 horas se proyecta el vídeo inédito ‘La Explosión de Cádiz de 1947’, que hace un breve recorrido de imágenes y sonido por la ciudad siniestrada.
Posteriormente, en la misma sala de la Casa de Iberoamérica se desarrolla una conferencia-debate que cuenta con la presencia y participación de los distintos investigadores que han abordado el estudio de la catástrofe, así como de algunos supervivientes e hijos de las víctimas o de las personas que acudieron a su rescate. Durante este acto se relatan algunas de las escenas más impactantes, dramáticas y heroicas que se vivieron en aquellos días, con el objetivo de que las personas asistentes y las nuevas generaciones puedan revivir y comprender el lado más humano de la tragedia.
Por último, la coral gaditana Virelay cierra el acto con un recital musical dedicado a las víctimas de la Explosión de Cádiz y en la que cantan, entre otras composiciones, un réquiem en su memoria.
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