Pese a las campañas de concienciación, pese a las herramientas especializadas, pese al perturbador eco que persigue y acosa a una sociedad abochornada con cada uno de los episodios de violencia machista que se producen durante los últimos años en nuestro país; pese a ese cúmulo de circunstancias, los crímenes machistas siguen formando parte de nuestro día a día, y el último ejemplo, desgraciadamente, lo hemos sufrido en Jerez, por partida doble, tras el tiroteo de dos mujeres, madre e hija, a manos de la expareja de esta última. María del Pilar, de 64 años, falleció el pasado lunes como consecuencia de las heridas. Su hija Yolanda aún lucha por su vida con la ayuda del personal médico de la UCI del hospital de Jerez.
Algo está fallando, “algo no estaremos haciendo bien cuando se está dando un repunte de las conductas y la violencia machista entre las generaciones más jóvenes”, lamentaba hace unos días la presidenta de la Diputación de Cádiz, Irene García. Y basta remitirse a los hechos: dos días después del terrible crimen en la calle Molino de Vieno, la Policía Local tuvo que intervenir en Jerez en otro suceso de violencia machista en el que un hombre insultó y amenazó a su pareja y a su hija con un arma blanca.
Y si algo falla, ¿cuáles pueden ser los remedios? Hay muchas respuestas; desde insistir en la presentación de denuncias, hasta lograr desde el ámbito local contribuir a la creación de conciencia social, pasando por reclamar más fondos para la lucha contra la violencia machista y para proteger a las víctimas. Pero en los últimos meses cada vez cobran más fuerza, de un lado, las voces que reclaman identificar cada caso como un acto de “terrorismo” y, del otro, los que piden la firma de un gran pacto de Estado.
De fondo, por supuesto, los enfoques que los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE, sostienen en su lucha compartida contra un mismo mal, aunque a veces dé la sensación de que lo entiendan como un pulso. Así, el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, ha insistido en que “la responsabilidad de denunciar sea asumida por toda la sociedad y no recaiga sólo sobre las víctimas”. A su juicio, “es fundamental que toda la sociedad sea consciente de la necesidad de advertir a las autoridades cuando se perciba el más mínimo indicio de violencia doméstica o de maltrato en el entorno”. Mientras que el PSOE acaba de plantear ir más allá mediante la firma de un Pacto de Estado a través de una iniciativa liderada desde la Junta de Andalucía por su presidenta, Susana Díaz.
Según explica la diputada jerezana, Miriam Alconchel, “este documento recoge entre sus iniciativas la protección a las víctimas de la violencia machista y a sus hijos suspendiendo el régimen de visitas para los maltratadores y el compromiso de que las personas con sentencias por malos tratos a sus parejas o exparejas no ocupen cargos públicos en ningún nivel ni en ningún territorio”.
La propuesta será elevada en breve al Parlamento andaluz para que todos los grupos políticos la debatan y apoyen, de manera que se convierta en el primer paso para “solicitar un acuerdo nacional entre todas las fuerzas políticas y sus representantes para finiquitar esta lacra y barbarie contra las mujeres”.
A juicio de Alconchel, la lucha contra la violencia machista “debe ser concebida como una política de Estado para lo que se precisa que todos arrimen el hombro para darle a las mujeres en este país lo que merecen, que es su protección y su seguridad, tanto de ellas como de sus hijos e hijas. Es fundamental que, de una vez por todas, se modifique en aquello que sea necesario la normativa nacional para que esas medidas cautelares de suspender las visitas a sus hijos de los maltratadores tengan rango de ley”.
El PSOE incide a su vez en la necesidad de dotar de los “recursos suficientes” para la prevención, la información y la asistencia a las víctimas en todos los territorios porque “en lugar de caminar en sentido positivo se están dando pasos atrás como demuestra que en lo que va de año 2016 se estén batiendo el récord de mujeres asesinadas y cada vez son mujeres más jóvenes. No en vano, el número de víctimas de esta lacra es superior al de cualquier terrorismo en España; un hecho de suma gravedad que hace especialmente necesario ese pacto de Estado”, apostilló.
Marea Violeta de Jerez insiste primordialmente en este sentido, en hablar de “terrorismo machista”, y reclama un gran acuerdo social para luchar contra la violencia machista mediante “políticas de igualdad que prevengan esta lacra”.
“Reivindicamos la respuesta del Gobierno estatal ante una situación de violencia estructural que está prácticamente silenciada a nivel institucional. Fijaros que cuando se habla de terrorismo sí que es una cuestión de Estado, se sale a la calle y los políticos buscan medidas económicas y las gestiones que hagan falta para erradicarlo. Pero sin embargo, a cinco meses de terminar este 2016, tenemos que nombrar que son ya 30 mujeres asesinadas por violencia de género, casi el mismo número de mujeres que en todo el año pasado completo, y no pasa nada”, lamentan desde Marea Violeta Jerez.
En este sentido, consideran que una de las claves se encuentra en la dotación presupuestaria: “Estamos seguras de que los recortes que se están produciendo en los programas destinados a la lucha contra la violencia de géner revierten en que no se avance en erradicar estos asesinatos, puesto que desde el 2011 a 2106 se han perdido más de 15 millones destinados a programas de prevención y actuación ante el terrorismo machista”.
En alerta constante
Desde el Instituto Andaluz de la Mujer advierten de ka becesudad de mantener “un estado de alerta constante” ante la violencia machista, y coincide a la hora de reivindicar que los casos vividos en nuestro país deberían equipararse a actos de terrorismo. “Al igual que la sociedad actual se siente amenazada por el terrorismo, debería también concienciarse del terrorismo machista que amenaza a las mujeres a lo largo de toda la historia”. En este sentido, exponen que “nadie está libre de entrar en el bucle de la violencia de género si no mantiene una actitud crítica ante el machismo, la desigualdad y la misoginia que la sustentan”.
Además se reitera en la necesidad de “comenzar a reaccionar y rechazar no sólo el maltrato, sino todo el machismo que lo justifica y perpetúa”, de manera que los agresores “dejen de sentirse impunes y comiencen a sentir la vergüenza de ser delincuentes que atentan contra los derechos más fundamentales de otras personas”.
A nivel local
Desde el Ayuntamiento de Jerez, la alcaldesa Mamen Sánchez ha reivindicado un pacto de Estado y mayores presupuestos, “que no se recorte, que de verdad pongamos todo de nuestra parte para perseguir a los criminales y proteger a las víctimas”.
Pero Jerez, desde su Ayuntamiento, no pretende quedarse sólo en la reivindicación, sino que también pretende contribuir a la lucha con iniciativas propias. Así, la Delegación de Igualdad ha apostado desde el inicio del presente mandato por convertir la lucha contra la violencia machista “en una prioridad y en una política transversal”, en la que se está trabajando de la mano con el Consejo de las Mujeres y con los Círculos de Mujeres.
El pasado 25 de noviembre, con motivo de la conmemoración del Día Internacional contra la Violencia de Género, se constituyeron estos Círculos de Mujeres contra la Violencia, un movimiento simbólico de lucha y reivindicación que han protagonizado cerca de 60 mujeres en representación de las asociaciones de mujeres de todos los barrios y distritos de Jerez contra la violencia machista.
“El objetivo es crear conciencia social y alzar la voz ante cada muerte por violencia de género, exigiendo la implicación y la colaboración de toda la ciudadanía, en especial de los hombres y el compromiso de los poderes públicos en su erradicación”, expone Carmen Collado, delegada de Igualdad.
La denuncia, ¿medida insuficiente?
Desde Marea Violeta reclaman para las víctimas mayor intervención y protección del Estado, ya que consideran que la denuncia no siempre implica la protección deseada. Aluden a una serie de causas:
n las “insuficientes respuestas” en los juzgados;
n la falta de medios y formación para sensibilizar y prevenir;
n la “excesiva focalización de la solución del problema en el aparato policial y judicial en detrimento de los servicios sociales, los centros de salud o las escuelas, donde pueden detectarse y prevenir casos de maltrato y acompañamiento a la víctima”;
n la necesidad de garantizar la protección con medios adecuados y que sea efectiva, “y por eso es indispensable el aumento de los medios personales y materiales”;
n los “inexistentes cursos” de sensibilización para maltratadores;
n el “ineficaz el control del cumplimiento de las condenas de libertad vigilada”;
n un “insuficiente fomento de los Servicios de Atención a la Familia de la Policía Nacional, encargados de la violencia de género”;
n y la “ausencia de una red de profesionales” que trabajen con las familias que son víctimas de estos asesinatos.
Una ciudad contra la violencia machista
Desde Marea Violeta desean que Jerez se convierta en una ciudad para “la cultura y la educación contra la violencia, y exigimos una vez más la necesidad de una respuesta absoluta para poder acabar de una vez por todas con la violencia de género y con todo tipo de violencia”.
Sólo el 30% de las mujeres denuncian
Denunciar sigue siendo otra opción para las víctimas de violencia machista, pero es una opción minoritaria ya que sólo lo hacen entre un 25 y un 30% de las mujeres. Y sin embargo, “¿qué ocurre para que casi la mitad de víctimas que han denunciado también hayan sido asesinadas?”, advierte Marea Violeta.
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