El Puerto

Los toreros “se arrimaron al sol que más calienta”

Castella (Marino y oro): saludos y saludos, José Mª Manzanares (Sangre de toro y oro): oreja y oreja; López Simón: (Azul eléctrico y oro): oreja y dos orejas

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  • MANZANARES Y LOPEZ SIMON -

Cuarta de la temporada de verano en El Puerto. Molestó el viento de levante.  Con media plaza larga, se han lidiado toros de Juan Pedro Domecq (el quinto corrido como sobrero),  correctos de presentación y de variado juego. Sebastián Castella (Marino y oro): saludos y saludos, José Mª Manzanares (Sangre de toro y oro): oreja y oreja; López Simón: (Azul eléctrico y oro): oreja y dos orejas. Se han desmonterado Rafael Rosa y Luís Blázquez en el segundo, Domingo Siro y Jesús Arruga en el tercer toro, Antonio Chacón y Vicente Herrero en el cuarto y Vicente Osuna y Arruga en el sexto, destacar la lidia de Domingo Siro en este toro. López Simón brindó su segundo toro a Paco Cepero.

Quienes no hayan presenciado la corrida y tan solo hayan leído la reseña de la misma, quiero decirles que hoy ha sido una tarde más “triunfalista” que “triunfal”, es decir que hoy los toreros, obligados por el fuerte viento de levante, han tenido que lidiar sus toros en terrenos de los tendidos de sol, donde el respetable es mucho más festivo y muestra su agradecimiento hacia los diestros por acercar las faenas a sus localidades en forma de aplausos, voceríos y peticiones de trofeos. Otro capítulo aparte merece el número de banderilleros que hoy se han desmonterado, unos con más mérito que otros, debido esto también al éxtasis producido en los tendidos por el viento de levante.

Cinco Puertas Grandes consecutivas, algunas saliendo por la “gatera”,  llevaba Sebastian Castella en El Puerto, y hoy no ha conseguido la sexta. En su toreo de capa a su primero tan solo cabe destacar el quite por chicuelina que le interpretó a la salida del caballo. Comenzó su faena de muleta por estatuarios. Prosiguió con buenas tandas sobre el pitón derecho e intentó el toreo al natural. Terminó por manoletinas rematadas con molinete y pase de pecho. Necesitó de media y dos descabellos para acabar con el toro.

A su segundo lo recibió con suaves verónicas rematadas con media. Tras el puyazo citó por gaoneras. Brindó al público y se quedó en los medios para realizar dos pases cambiados. Tras este intenso principio de faena el toro se fue apagando y el galo no tuvo opciones de triunfo. Estuvo mal con la espada ya que pinchó dos veces antes de agarrar una estocada.

Manzanares  a su primer toro lo recibió por verónicas. Con la pañosa le realizó una faena muy en su estilo, es decir toreando mucho a favor del toro y sobándolo para que rompiera. Destacó su toreo por redondos rematados con buenos pases de pecho. Por el pitón izquierdo lo intentó pero desistió tras comprobar que el toro no era potable por el mismo. Tras estocada atravesada y un descabello cortó una oreja.

Su segundo toro salió al ruedo arrastrando los cuartos traseros y fue devuelto a los corrales. En su lugar salió un torete con menos trapío que el resto de sus hermanos. En este toro el alicantino se aprovechó de lo bonancible que es el público de El Puerto, ya que tras una faena que no llegó a los tendidos dado el escaso recorrido que tenía el astado y tan solo con el culmen de una gran estocada, le fue pedida ¡por mayoría! la oreja que le ha permitido abrir esta tarde la Puerta Grande.

López Simón saludó a su primero con verónicas ganándole terreno. Comenzó la faena en tablas a pies juntos y continuó su faena con la diestra muy asentado. Pronto se metió en los terrenos del toro llegando al público y pisando unos terrenos comprometidísimos. El toro no se le terminó de entregar e incluso el torero rozó la voltereta en dos ocasiones. Tras un pinchazo hondo consiguió una estocada cortando una oreja.

Su segundo toro fue sin duda el mejor del encierro. Era un astado que tenía mucha clase y se desplazaba en sus embestidas, pero el madrileño, que en su esportón tiene mucho valor pero poco repertorio, no le sacó la faena grande que el toro pedía ya que en lugar de darle sitio y romperlo toreando por ambos pitones, a la primera de cambio le cortó las distancias para meterse entre los pitones y tirar de nuevo del toreo de valor. Tras una estocada recibió dos orejas, que en mi modesta opinión tuvo que ser solo una.

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