En el flamenco hay que innovar, pero lo que no se puede hacer es engañar a nadie”. Es la opinión de un referente en el arte flamenco, el cantaor José Mercé, quien critica que se hable de “fusión” simplemente “porque han metido otro instrumento que no es la guitarra flamenca”.
Mercé, que este pasado viernes por la noche se subió a las tablas en Ceuta junto a Rosario Montoya La Farruca y Miguel Flores Capullo de Jerez, insiste en que la esencia del flamenco “siempre está ahí” y hay que respetarla, aunque “es muy importante la innovación en todas las músicas y hay que arriesgar aunque te equivoques, respetando siempre nuestra base y nuestra raíz”.
José Mercé (Jerez, 1955) está de acuerdo “con la fusión y el mestizaje” y recuerda que acaba de sacar un disco de “música de toda la vida”, pero asegura que, aunque le gusta “innovar, arriesgar y divertirme” va a morir “siendo un cantaor de flamenco”.
Una carrera de casi cincuenta años sobre los escenarios avala a este artista, para quien el flamenco es “música de raíz, es eterno y nunca está de moda porque unas veces estamos más abajo y otras más arriba pero los de mi época hemos resistido después de todo lo que veía anteriormente, que era mucho, había una baraja muy bonita y espero que no se rompa”.
Tiene Mercé “la esperanza” de que las nuevas generaciones flamencas mantengan la tradición. La salud del flamenco, en su opinión, no está tocada, pese al fallecimiento de grandes maestros como Antonio Mairena, Paco de Lucía, El Habichuela, Morente y esta misma semana Juan Peña El Lebrijano. “El Lebrijano siempre ha defendido el cante gitano andaluz y fue un hombre que ha sido arriesgado, ha innovado y ha hecho una labor muy profunda y muy importante en el mundo del flamenco”, recuerda. En su opinión, “se están marchando cantaores que han sido muy importantes para la historia del flamenco. Cada día me siento con más responsabilidad y todo me está cayendo más encima, pero lo recibo de buen gusto”, comenta.
Con 19 trabajos publicados y varios discos de oro y platino, el cantaor jerezano dice que está “en un momento muy dulce” de su carrera, “cantando como se tiene que cantar flamenco porque desgraciadamente se están yendo todos los buenos y de mi época quedamos muy pocos -lamenta-”.
Su último álbum, Doy la cara", que salió al mercado el 27 de mayo de este año, le ha dejado “muy satisfecho, es un disco más popero y me parece interesantísimo haberlo hecho, estamos en los primeros puestos de la lista en venta y agradezco a los grandes artistas del pop que se han ofrecido a colaborar porque querían cantar conmigo”. Eso sí, lamenta que las grandes multinacionales “no apuestan nunca por el flamenco” y cree que morirá reivindicando que “el flamenco es la cultura más importante que tenemos en este país”.
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