Jerez

Lleno en la clausura de las XXIV Jornadas de Tauromaquia

Decepción en el público por la ausencia de Aute

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  • Las damas de la Feria Real 2008 escuchan atentas la intervención del torero Rafael Camino. -
  • Camino: ?Empecé durmiendo en hoteles con cucarachas?
  • La escritora Cristina Fernández relató su progresiva inmersión en el mundo taurino
Muchos de los aficionados que llenaban el aforo de la carpa instalada en la Plaza de Toros de Las Palomas exclamaron su decepción cuando tuvieron conocimiento el pasado viernes de la ausencia de los dos casi fundamentales pilares de esta jornada de clausura: Manuel Díaz El Cordobés y de Luis Eduardo Aute.

Pero a pesar de convertirse en un mano a mano entre el matador de toros retirado Rafael Camino y la escritora catalana Cristina Fernández, la jornada caló en el público y en las autoridades municipales que se dieron cita.

Juan Belmonte moderó citando, templando y mandando, haciendo fluida las intervenciones de los dos participantes, siendo Cristina Fernández la primera en intervenir. La escritora afirmó que “este es mí primer paseíllo que hago y estoy aquí gracias al poeta Carlos Marzal que al ser ambos de la misma editorial contactó conmigo para que viniera. Y como el tema a tratar, Mi pasión por los toros, me gustó mucho no dudé en venir. Una pasión nace de una emoción, siendo uno de los sentimientos más difíciles de explicar”.

La escritora prosiguió apuntando que “no tuve la suerte que desde niña me llevara mi abuelo a los toros, pero a los 16 años fui por mi cuenta y riesgo cuando estudiaba el bachiller con una amiga muy entendida llamada Maite González Arjona”.

Fernández señaló que “la primera vez que sentí en los toros hondura, sentimiento y arte fue el 1 de agosto de l993 en la Monumental de Barcelona viendo torear a Luis de Pauloba. Desde entonces ya no me perdí una corrida”. Posteriormente, en su segunda intervención la escritora disertó sobre el antitaurinismo catalán por las Fiesta.

Camino
Por su parte Rafael Camino comentó que “cuando era un niño no me gustaban los toros negándome a ir con mi padre. Pero un día de julio, con mi amigo Enrique El Gordo, fui a Las Ventas a ver una novillada y me aburría porque no me atraía ya que mi padre estaba siempre viajando toreando”.

Sin embargo, Camino aseguró que “Javier Aguirre, que formaba parte de la empresa me conoció y me propuso que si quería un abono de estudiante por 5.000 pesetas para todo el año. Se lo dije a mi padre y nos pagó el abono mío y el de mi amigo. Estaba situado debajo del reloj de la plaza y hacía mucho calor, pero me enganchó tanto que a los tres años ya era matador de toros. ¿Cómo se explica?, pues pasión”.

Prosiguió el ex matador indicando “en mi cumpleaños mi padre me regaló un becerro para que lo toreara, estando fatal”. A partir de ahí, “el 9 de septiembre de 1984, debuté con El Litri y Aparicio (hijos). Y a partir de ahí El Litri y yo toreamos juntos. Él llevaba un traje de su padre que le quedaba muy grande”.

Según el matador, “empezamos como empiezan todos los chavales durmiendo en hoteles con cucarachas y pasando muchas calamidades, a pesar de que nos decían que éramos hijos de papá. Toreamos 25 novilladas sin caballos. Llegamos a triunfar no para ganar dinero, sino para llegar a ser algo”, apuntó el torero.

Más adelante, “con caballos nos dieron cuatro novilladas y en Valencia los dos y Fernando Lozano pusimos la plaza con un lleno hasta la bandera. Teníamos ambición y pasión pero teníamos un pique y una competencia muy seria e íbamos a las plazas a comernos el mundo. Toreamos 152 novilladas juntos. Y fue una época que no sé si la he vivido o soñado”.

Posteriormente habló sobre el día que tanto él como Miguel tomaron la alternativa en Nimes junto a sus padres los maestros Paco Camino y Miguel Báez El Litri.

Camino llegó a decir que “no viví ese momento y no sé lo que me dijo mi padre cuando me dio la alternativa. Llegamos al hotel y nos mandaron a la cama. He estado 15 años y sufrí cornadas a destiempo pero el día que nació mi hijo un 23 de septiembre de 2003 toreé en Oviedo y dije se acabó”.

Posteriormente el alcalde, Tomás Herrera, clausuró las XXIV Jornadas de Tauromaquía.

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