To Brexit or not to Brexit
No es un juego de palabras aunque lo parezca. El asunto es grave, serio, importante para todas las gentes que conviven en el planeta tierra. Tal es el efecto de la enorme economía británica en el conjunto del sistema económico mundial, y su inmenso peso en la economía del Campo de Gibraltar.
Sin embargo parece oportuno entre tanto “jaleo” serenar la mente y hacerse alguna que otra pregunta sobre el referéndum celebrado por los británicos recientemente y las consecuencias de la elección por mayoría de salirse, marcharse, mudarse… de la Unión Europea.
Una vez vistas las reacciones negativas provocadas por el apoyo al “Brexit” y comprendido, hasta cierto punto, el alcance de estas, alguien se preguntará cómo los que manejan los hilos de la política británica, e incluso mundial, no habían previsto el conjunto de conflictos (económicos, políticos y sociales) que se han desatado. No parece razonable, en estos tiempos de información inmediata, que las grandes fortunas que parecían enfrentadas, en cuando a irse o quedarse en la UE, no hubieran previsto esos escenarios que hoy con cierta perplejidad contemplamos: que la mitad de los que han votado NO al Brexit piden que se repita el referéndum; que los escoceses, los norirlandeses, los galeses…. aspiran a hacer “exit” de Gran Bretaña en cuanto les dejen para quedarse en UE; que en la Unión esperan la salida sin prisas pero sin pausas; que muchas multinacionales han tomado medidas reestructurando sus centros de negocio situándolos fuera de Londres; que se han vendido acciones a mogollón, (por eso bajan las bolsas), que la libra se devalúa, que las personas que trabajan en el Peñón se preocupan (yanitas o españolas) y se resienten de una tormenta que puede ser catastrófica…
Estos señores de las fortunas, plenipotenciarios instrumentos de la lógica nefasta del capitalismo, se están ocupando en estos momentos de enmendar el desaguisado. Y, por el enorme cúmulo de lamentos, puede suponerse que subestimaron la opción del SI y que nada tenían previsto para cuando ésta ganase. Tal acumulación de imprevistos hace suponer que en manos de aficionados, a esto de la política, se encomendó este delicado asunto. ¡Y esto no va por Cameron!.
Pero no parece que la crisis se haga mayor, sino que al contrario, la posibilidad de nuevas elecciones permitirían reconducir esta debacle. ¿Para qué repetir un referéndum, cuando los británicos tendrán que elegir nuevo parlamento y gobierno en breve? La verdad es que la sombra del Brexit seguirá más que planeando en los próximos meses. Tiene sentido rememorar la escena donde Hamlet, sustentando en sus manos la noble calavera del bufón de su corte, se vuelva a preguntar ¿To Brexit or not to Brexit? Aunque la ventaja es que de momento nada ha muerto.
Fdo Rafael Fenoy Rico.
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