Una tradicional foto en familia que se convirtió en todo un maratón de cosquillas, la bienvenida al nuevo miembro o la inocente sonrisa de una pequeña. Son las razones para vivir que han capturado los ganadores del concurso fotográfico promovido por Justalegría y el Teléfono de la Esperanza para sensibilizar sobre el suicidio dentro del programa pionero ‘Alienta’ y que podemos ver en el Hotel Molina Lario. Un tema que sigue siendo un tabú hoy en día, pese a las estadísticas. Desde 2008 es la primera causa de muerte no natural en España, por encima incluso de los accidentes de tráfico y Málaga, junto a Sevilla, tienen las tasas más alta de toda Andalucía. Iniciativas como ésta persiguen sensibilizar y prevenir sobre un problema del que sólo vemos la punta del iceberg. Y es que la Organización Mundial de Salud estima que por cada muerte existen veinte más que también lo han intentado.
El silencio de los medios por el miedo al llamado “efecto rebote” tampoco ayuda, según explica Jaime de la Torre, responsable de proyectos de Justalegría, que apuesta por “ofrecer estadísticas y visibilizar este problema de primera magnitud, sin personalizar en casos donde alguien se pueda ver identificado”. Un programa pionero en España que surgió en 2014 y donde la formación de agentes sociales que sepan detectar población en riesgo es uno de sus ejes. Los perfiles más demandados sonpsicólogos, periodistas, trabajadores y educadores sociales. “Hemos diseñado también una psicoterapia grupal para usuarios de Servicios Sociales que ayuda las fortalezas personales y que está dando muy buenos resultados”, apunta.
Tenemos a nuestra disposición los teléfonos 061 y 112 para emergencias y el 952 261500 del Teléfono de la Esperanza donde encontrará una voz de apoyo. Próximamente tienen previsto sacar su campaña de sensibilización a la calle para que los malagueños también puedan dar sus razones para vivir para construir entre todos un sólido árbol de la vida.
Hablar... sí que disminuye el riesgo
¿Sabías que está demostrado que preguntar y hablar con la persona sobre la presencia de pensamientos suicidas, disminuye el riesgo de cometer el acto? Dejar de hablar de este problema es uno de los falsos mitos que aún perviven en nuestra sociedad. De cada diez personas que se suicidan, 9 expresan claramente sus propósitos y la otra dejó entrever sus intenciones. Al contrario de lo que podamos pensar, es posible que una persona que ha decidido quitarse la vida cambie de idea. La mayoría se sienten aislados, sin apoyos y desconectados de su entorno, necesitan tener un sentido de pertenencia para optar por la vida. La persona que tiene ideas suicidas no desea morir, solo busca una forma de aliviar su sufrimiento. En la web razonesparavivir.org encontraremos un cuestionario para poner a prueba nuestras creencias o prejuicios.
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