El Cádiz CF está a noventa minutos de la gloria o del infierno. Tras una temporada muy mala en la liga regular, los amarillos se clasificaron en la última de las plazas que daba opción a disputar la fase de ascenso. Pero, contra todo pronóstico si se analiza el final de temporada, el equipo cadista se ha plantado en el último partido con ventaja.
La idea es salir a por todas, con cautela, pero sin especular en el estadio Rico Pérez (21.00). A los de Cervera les serviría cualquier empate e incluso perder por la mínima, siempre que este no sea 1-0, resultado que provocaría una prórroga llena de sufrimiento para ambos bandos.
El equipo partió de viaje este sábado en tren, pasando por Madrid antes de llegar al destino final. Aunque parezca un itinerario algo rocambolesco, la falta de conexiones directas hace que sea mucho más llevadero ir en AVE pasando por la capital que viajar de forma directa por carretera tardando lo mismo.
Viaja toda la plantilla
Parece claro que la lista final de convocados no variará demasiado respecto a las últimas, aunque de momento ha viajado la plantilla al completo. No se quiere dar pista alguna al rival y, además, se trata del partido más importante del año, así que para bien o para mal deben estar todos presentes.
La gran duda sigue siendo el estado de Álvaro García, que ya se perdió la ida por lesión. El extremo había sido de los mejores en los cuatro partidos precedentes y además había marcado dos goles clave, pero se lesionó en Santander y su participación en la batalla final está en el aire.
“Me preocupa el juego de ellos, juegan bien al fútbol, diferente a nosotros, sufriremos allí para sacar la eliminatoria adelante”, explica Álvaro Cervera.
“La importancia del partido deja el cansancio y todo en segundo plano”, asegura el entrenador cadista, quien explica que “el aspecto psicológico se ha ido tratando poco a poco, liberando a la gente de la presión y hemos entrenado bien, hemos dejado pasar el tiempo y llegamos bien”.
Para el técnico cadista, “estos partidos se juegan con el corazón más que con la cabeza”. “Una liga se juega con la cabeza, pero un ascenso se juega con el corazón; en la fase de ascenso ha habido mucho corazón y en momentos puntuales hemos jugado con la cabeza porque en conjunto somos un equipo bastante coherente y sensato”, alaba.
Cervera cree que “ellos querrán igualar la eliminatoria cuanto antes mejor para tener el máximo de minutos posibles para ganar, pero hemos jugado ya con esta situación y supimos manejarla, intentaremos hacerlo en esta ocasión también”.
“Para mí ascender sería una alegría muy grande, tengo algún ascenso del que seguramente mucha gente no se acuerde, pero si subes con el Cádiz la gente se acordará, esto es muy diferente y en el plano profesional un reto”, confiesa el técnico, insistiendo en que “es algo que no se puede describir, un reto difícil, complicado, los más interesados en ascender somos nosotros, por todo, por profesión, currículo, económica y profesionalmente, pero también sabemos de la importancia que tiene socialmente en Cádiz salir de esta categoría”.
“Como todavía no nos hemos puesto por detrás en el marcador no sabemos cómo reaccionaremos, pero si nos ponemos por detrás y tengamos que remontar que nadie dude que lo tenemos preparado”, adelanta.
Lo que está claro es que la llegada de Álvaro Cervera ha cambiado la cara del equipo, que pululaba sin rumbo por los campos de Segunda B y ahora tiene a tiro el ascenso. Le costó hacerse con el mando, pero el golpe de timón es claro.
El técnico local, ‘sobrado’
Vicente Mir comenzó a disputar la vuelta en la sala de prensa del Carranza. Nada más terminar el primer partido y marcharse a casa con un 1-0, el entrenador del Hércules lanzó un mensaje motivador para sus futbolistas: “En casa vamos a remontar”.
Durante la semana, a esa frase inicial se han unido otras como “el Hércules ha ganado cada vez que lo necesitaba” o incluso “el Cádiz cada día que pasa estará más cagado”.
Desde Cádiz no se ha respondido a estas declaraciones y tanto Cervera como sus futbolistas se han limitado a trabajar todos los detalles que puedan dar de sí los noventa minutos.
“Nosotros no comentamos nada de ellos”, es lo único que ha dicho Cervera sobre este punto, añadiendo que “parece que está aquí con nosotros viéndonos entrenar y yo ahora no lo comento”.
Eso sí, el cadista deja algo bien claro: “no veo miedo en las caras de mis jugadores, sino responsabilidad y confianza en lo que tienen que hacer”. “Una eliminatoria hay que jugarla, no comentarla”, zanja.
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