Fuentes judiciales informaron a Efe de que este perito ratificó lo que ya recogía en su informe en el sentido de que las facturas y los precios se ajustan a la obras realizadas, de las que además dijo que visitó personalmente para comprobar su ejecución.
Asimismo, en su declaración, destacó que los precios se ajustan a lo razonable y que pudo constatar que los materiales sobrantes de estas obras se encuentran en el almacén municipal, entre ellos, unas barandillas de acero inoxidable y varios postes de vallado.
Las mismas fuentes especificaron que ambos peritos, el de TIMSA y el de la acusación particular, reconocieron que algunas de las facturas están hechas con la descripción de los conceptos deficientemente detallados, aunque según el técnico de la defensa, es "algo habitual" en este tipo de facturas de obras.
Estas declaraciones se producen después de que la acusación particular cuestionase los informes periciales presentados por el Ayuntamiento en los que se avalaban las obras reflejadas en las facturas investigadas.
La investigación de la supuesta trama se inició a raíz de las denuncias de un empresario de la localidad, que posteriormente se retractó de las mismas.
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