La provincia de Sevilla esconde en sus pueblos monumentos y vestigios arqueológicos que en algunos casos son verdaderos representantes mudos del mundo antiguo, y una buena parte de ellos se han reunido en una guía de la Diputación que busca segmentar y organizar la oferta turística.
La idea es dar un paso adelante en el mensaje "Sevilla, más que Sevilla", que en su día se ideó para que los turistas tuviesen una oferta mucho más allá de la Giralda o el Alcázar, y lo que se busca es orientarla a los distintos mercados o tipos de viajeros, marcándoles unos objetivos en sus pueblos que tienen la arqueología como denominador común.
Y es que, como explica la propia guía, "la vieja provincia de Sevilla forma parte del selecto grupo de territorios que contienen algunas de las ciudades más antiguas de la Península, cuyos orígenes se pierden, literalmente, en la noche de los tiempos".
Sus primeros vestigios se remontan a más de 3.000 años, y los primeros pasos se asocian "al nebuloso mundo de Tartessos, el mítico reino que fascinó a los clásicos por su opulencia y refinamiento", y de ahí se han ido encontrando poco a poco en suelo sevillano una serie de civilizaciones que han terminado por dejar tesoros arqueológicos que en ocasiones tienen murallas en pie y otras son solo ruinas, pero todas tienen un valor incalculable.
Esta acción se realiza de modo paralelo a una exposición basada en las mejores imágenes de la guía, una muestra que permanecerá abierta al público hasta el 10 de julio en la Casa de la Provincia de Sevilla.
La historia ha querido que el norte de África, Siria y la localidad sevillana de Gerena tengan algo en común, ya que comparten los retos de una basílica paleocristiana, que en el caso de Gerena son los más antiguos de Andalucía (siglo V), y que es una de las joyas de esta guía.
Al ser Gerena en la antigüedad una encrucijada de caminos, la basílica debió ser muy visitada, sobre todo por comerciantes de minerales y cereales, por nobles de Itálica y especialmente por peregrinos de la ruta sur del Camino de Santiago, cuya primera estación a partir de Itálica era sin duda Gerena y su basílica, como explica el Ayuntamiento.
María Tenorio, la concejala de Turismo, acompaña a Efe a ver las ruinas, en una pequeña finca a la entrada de la localidad, "una de las joyas arqueológicas que tenemos aquí, que la estamos cuidando, y salvándola del vandalismo para que se conserve y se pueda visitar".
De hecho, los restos de la basílica están bien conservados, "y se pueden visitar con grupos organizados que coordinamos desde el Ayuntamiento", explica Alberto Rodríguez, técnico del área de Turismo que explica su historia, características y pone al día a todo aquel que se acerca.
La guía, elaborada con la colaboración de los ayuntamientos, propone un recorrido por 39 municipios con vestigios de la Antigüedad, desde la Prehistoria hasta la época musulmana, con citas que van desde los bien preservados dólmenes de Valencina de la Concepción o Castilleja de Guzmán al impresionante Conjunto Arqueológico de Itálica en Santiponce; o la Necrópolis Romana de Carmona.
El listado de monumentos es muy amplio, con ejemplos como la iglesia de La Asunción de La Albaida, el conjunto del Cerro de San Cristóbal de Estepa, la ermita de Guaditoca de Guadalcanal o los con conventos de Osuna, todos ellos con el denominador común de ser mucho más que piedras, ya que todas cuentan, a su forma, una historia del lugar donde se levantaron y de la gente que ayudó a que llegaran a nuestros días para disfrutarlos siglos después.
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