Según informó ayer el presidente de la asociación contra el maltrato animal El Refugio, Nacho Paunero, los hechos ocurrieron el pasado 12 de mayo cuando el agente disparó en la cabeza de un perro pequinés de 4 kilos ocasionándole la muerte y al que después arrojó a un contenedor de la basura.
Un vecino que presenció los hechos recogió el cadáver del animal para ponerlo en conocimiento del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, que inició una investigación para esclarecer lo ocurrido, según Paunero.
El responsable de El Refugio ha dicho que el regidor, en su declaración ante el juez, afirmó que el agente recibía órdenes suyas para hacerse cargo de los perros abandonados del pueblo.
Paunero aseguró que, según los testimonios de los vecinos, el perro, que tenía dueño, no era agresivo y "se encontraba tranquilamente dormido" antes de que ocurriera el suceso, que calificó de "deplorable" ya que "no es digno" de un país como España.
La asociación ha pedido la dimisión del alcalde de la localidad, del que consideran que "no está a la altura" para ese cargo, ya que "incluso quiso imponer" la medalla al mérito civil al agente ahora imputado.
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