El alemán Nico Rosberg (Mercedes), líder del campeonato del mundo de Fórmula Uno, afronta la séptima cita del mundial con renovado optimismo, pues reconoce que "estaba preparado para tener dificultades en algunas carreras después de un inicio de temporada impresionante".
Rosberg, que ganó las primeras cuatro citas de la temporada, se quedó sin puntuar en España y acabó séptimo en Mónaco, por lo que deseó en la nota de prensa del equipo Mercedes que, el de Mónaco, "sea el último gran premio en el que tenga mala suerte y llego a Canadá con ganas de volver a estar arriba".
"El trazado de Canadá es increíble pero creo que nuestro coche será competitivo y será interesante ver a que nivel se encuentran ahí los Red Bull", explicó Rosberg, quien se mostró convencido de poder acabar por delante de esos competidores.
En el caso de Lewis Hamilton, que ganó el Gran Premio de Mónaco y sumó así su cuadragésimo cuarta victoria, reconoció que para él es "un hito especial por el trabajo que representó a lo largo de mi carrera deportiva para tantas personas, en especial para mí y para mi familia".
"Me sentí muy bien al regresar a lo más alto del podio tras un comienzo que no fue fácil y espero que ésta sirva como una inyección de confianza para todos, aunque todavía hay un largo camino por recorrer", explicó Hamilton en el mismo comunicado de Mercedes.
"Somos el equipo más grande, pero tenemos más presión que nunca de nuestros rivales, así que será importante trabajar para conseguir afinar en aquellos puntos en los que ahora somos más débiles", dijo el campeón del mundo.
"He demostrado que soy tan fuerte como antes y estaré así para el resto de la temporada y estoy deseando que llegue Montreal, que siempre se me ha dado bien y espero ser capaz de brillar como lo hice la primera vez que fui allí", señaló Lewis Hamilton.
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