Las hembras de marmota son infieles con otros machos como una forma de evitar la consanguinidad y aumentar las posibilidades de supervivencia de los hijos, según apunta un estudio liderado por la investigadora del Creaf y la UAB Mariona Ferrándiz.
El trabajo, publicado en 'Ecology and Evolution' revela que la hembra dominante de un grupo de marmotas escoge tanto el macho dominante como la opción de serle infiel en función de diferentes aspectos genéticos del mismo.
Los datos se han obtenido de una población de marmotas (Marmota marmota) de los Alpes franceses con datos desde 1990 a 2010, y éstos revelan que la mayor tasa de hijos ilegítimos se da cuando los dos miembros de la pareja dominante son o muy parecidos genéticamente o muy diferentes.
"Alrededor del 10% de las camadas tienen al menos un hijo ilegítimo fruto de la copulación con un macho no dominante. Se cree que las hembras tienen este comportamiento porque puede ayudar a tener una descendencia más variable genéticamente", ha explicado la científica.
Las marmotas son unos mamíferos que viven en pequeños grupos de hasta 20 individuos, donde 'a priori' sólo se reproduce la pareja dominante.
Tanto los machos como las hembras del grupo tienen una necesidad muy fuerte de convertirse en dominantes, ya que de lo contrario deben abandonar el grupo y las posibilidades de sobrevivir solas el invierno alpino son remotas.
La hembra escoge un macho que tenga un grupo de genes relacionados con la respuesta inmunológica --Complejo de Histocompatibilidad Principal, MHC, por sus siglas en inglés-- bastante diferente y compatible al de ella, lo que producirá una descendencia más variable, y con más posibilidad de respuesta ante los parásitos.
CORRECCIÓN GENÉTICA
Cuando la pareja dominante tiene un elevado grado de consanguinidad o cuando tiene un MHC muy similar, la hembra opta por corregirlo siendo infiel y reproduciéndose con otros machos probablemente más compatibles con ella a nivel genético.
Se supone que éstos serán machos con un genoma ni muy ni poco parecido, y con un MHC bastante diferente al de la hembra, según manifiesta el trabajo.
En caso contrario, los hijos producidos por una pareja con elevada consanguinidad y con MHC similar tienden a tener menos variabilidad genética, lo que probablemente los llevaría a ser menos aptos para la supervivencia y tener peor respuesta inmunológica.
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