Rota se vestía ayer de gala para acoger la tradicional procesión de la Hermandad Sacramental del Corpus Christi que, por segundo año consecutivo, se adueñaba de las calles de la localidad en la tarde de domingo, en lugar de hacerlo por la mañana como desde hace años marcaba la tradición.
Finalizada la misa de seis en la parroquia Nuestra Señora de la O, numerosos fieles se agolpaban en las inmediaciones de la iglesia para contemplar esta fervorosa salida procesional que conmemora la fiesta de la Eucaristía en todo su esplendor. Y es que niños y niñas ataviados con su traje de comunión, los pequeños seises con su característico atuendo y los representantes de todas las Hermandades de la localidad enriquecen el cortejo y contribuyen cada año a otorgar realce a esta solemne procesión que partía, pasadas las siete de la tarde, de la céntrica plaza Bartolomé Pérez.
Tras el paso de la Santa Custodia, cargado por segundo año consecutivo por su propia cuadrilla de cargadores, sacerdotes y una cohorte de fieles entonaban cánticos. Completaban el cortejo los acordes musicales de la Banda Municipal ‘Maestro Enrique Galán’.
Hasta aproximadamente las diez de la noche permaneció la Hermandad Sacramental del Corpus Christi en las calles del casco histórico de la localidad. Tres horas de constantes manifestaciones de fe y devoción popular que tuvieron en la bendición que el cura párroco dedicó a los roteños desde el escenario dispuesto para la ocasión en la plaza Bartolomé Pérez su broche final.
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