En el “Pacto y programa de Gobierno progresista y social”, firmado por el tripartito formado por PSOE, IU y Levantemos, y que actualmente gobierna nuestra ciudad, se afirma en sus primeros párrafos, concretamente en el punto 2.5, que “como uno de los ejes principales, defendemos los servicios públicos municipales, apostando con firmeza para garantizarlos.
En esta misma línea, contamos con la disposición de revertir tanto los procesos de privatización, como las contrataciones de servicios privados que pueden desempeñarse eficazmente desde los recursos propios del Ayuntamiento”.
De hecho, y hace ya algo más de un año de esto, Izquierda Unida, por ejemplo, llevaba en su programa electoral “remunicipalizar el servicio de autobuses urbanos”. Levantemos El Puerto hacía más generalista su propuesta, comprometiéndose a “remunicipalizar servicios privatizados”.
De hecho, en el referido pacto de Gobierno, se daban dos meses para una “revisión de las contratas municipales”, explicándose en el documento que se proponía como fin la “evaluación revisión del proceso en periodos trimestrales” y como observaciones se añadía que se crearía una “comisión de representantes políticos, técnicos, ciudadanía para la revisión de la totalidad de los contratos municipales”.
Pues bien, casi doce meses después, no hay visos de que el equipo de gobierno vaya a remunicipalizar nada. Tanto es así que para este lunes hay convocado un Pleno extraordinario y urgente para aprobar la “Proposición de prórroga del contrato de gestión interesada del servicio público de Transporte colectivo urbano de viajeros”, y la “Proposición de prórroga del contrato de gestión del servicio público de Limpieza viaria, recogida de residuos urbanos y servicios complementarios”.
Teoría y práctica
Esa era la teoría que sostenían antes de comenzar a gobernar. Las intenciones han quedado aparcadas sin que, tal y como se está comprobando, haya un mínimo de cumplimiento en unas promesas que comienzan a ser desechadas y marginadas con el paso del tiempo.
Esa apuesta firme de revertir lo público a lo privado está cayendo en saco roto ante los movimientos realizados.
Sin ir más lejos y a modo de ejemplo, el servicio de recogida animal está a día de hoy en manos de una empresa privada en la que se ha pagado hasta este mes de mayo por su servicio, uno que debiera haber sido público y municipal.
Ahora con el vencimiento del contrato, la situación podría comprometerse en la residencia animal más todavía de cara a una situación que comienza a desbordarse ante el número de animales.
Lejos de la realidad, dicha remunicipalización prometida está más alejada que nunca tras las intenciones de renovar unos servicios que prestan unas entidades privadas.
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