El Festival Internacional de Música de Cámara Joaquín Turina no es un festival al uso; es un caso posiblemente único en España. Invita a músicos individuales, que se comprometen a venir a Sevilla una semana para ensayar entre ellos las obras que se interpretarán en los conciertos del festival, aceptan dar clases magistrales a los alumnos del festival, ensayar y participar en conciertos con ellos y que sus conciertos sean grabados por RNE para emitir por Radio Clásica y/o Euroradio sin saber a priori el resultado.
La directora del Festival, Benedicte Palko, elige y pacta programas, obras y músicos internacionales para cada interpretación. No sólo se necesitan músicos de altísimo nivel, sino personas de una madera especial para aceptar semejante reto. Los conciertos se celebran en lugares emblemáticos como Casa Pilatos, Casa Salinas o el teatro de 1929 de la Plaza de España (Capitanía). ¿El resultado? Por ejemplo, ha sido elegido el segundo evento de música en España en 2015 por la revista El Cultural.
Como espectador, asistir a un concierto del Turina supone la certeza de vivir un evento único que por su propia naturaleza es irrepetible y emocionante, donde se nota especialmente la tensión de los músicos, su concentración y su propia emoción ante el resultado que están obteniendo. El Turina engancha y quien prueba repite.
El turismo musical no es nada desdeñable. El Turina es un ejemplo de excelencia asociado al nombre de Sevilla entre los aficionados a la música clásica en Europa y una magnífica opción para atraer turismo de calidad. La Asociación de Empresarios Turísticos de Sevilla (ASET) solicita que se fomenten eventos internacionales como el Turina. ¿Qué ocurriría si el Turina se pudiera anunciar con varios meses de antelación y se ofreciera en paquetes turísticos?
¿Y qué cuesta el Turina? La última edición (años impares) ha costado unos 30.000 euros. ¿Es mucho? La Bienal de Flamenco (años pares) nos costará este año 950.000 euros. El Festival de Cine Europeo, 1.050.000 euros anuales. Circada, este año, 66.000 euros de subvención municipal de los 100.000 euros totales. Nuestra ciudad se gastará este año unos 5 millones y medio en actividades culturales de los 10.256.287,16 euros del presupuesto del ICAS. Del presupuesto del Turina la aportación municipal ha sido… cero euros. Dice nuestro delegado de Cultura que cede la sala Turina y edita el programa. A los eventos citados, y a muchos más, también.
El Turina ha traído a 18 músicos excepcionales, ha creado una banda de música con 80 jóvenes de nuestra provincia, ha tenido 48 alumnos y/o becarios de toda Europa e incluso Japón y ha organizado 13 conciertos en una semana. Todo ello por 30.000 euros. Este milagro es posible por tres cuestiones: equipo directivo, voluntariado y mecenazgo. Su equipo (directora, coordinadora y responsable de comunicación) no cobra. Tampoco quienes colocan y retiran las sillas en los lugares emblemáticos, venden las entradas, reparten los programas o acomodan al público, etc. Todo es un programa de voluntariado. El liderazgo es una de las muchas cualidades de Miss Palko.
¿Por qué no continúa? El problema está en la incertidumbre y la indefinición, ya que el 80% del presupuesto está en el aire mucho más allá del punto de no retorno. Al final no sólo no cobran, sino que pagan… Y, de otro lado, dicho sea de paso, el infravalorar a un Festival de una calidad y prestigio internacionales máximos y lo que genera para la ciudad: visibilidad, publicidad, turismo y ubicarla en el Circuito internacional de Música de Cámara.
Tras cinco festivales en 10 años ¿qué más debe demostrar el Turina para que nuestro Ayuntamiento lo respalde de verdad?. Tal vez el Ayuntamiento no creyó que tiraría la toalla como indicó en febrero, y el 6 de abril le contestó por email que no podía comprometerse. Sin embargo, nuestro delegado de Cultura dijo en el pleno del 29 de abril que estaban en el “toma y daca”: véase 9h28’. Esta misma semana, sorprendido por la noticia, indicaba además que tenían que ver cuentas/presupuesto (que no han pedido).
El regateo y nuestra forma de entender la política no están entre las muchas cualidades de la noruega Miss Palko, y lleva diez años escuchando las mismas promesas incumplidas. Al contrario que nuestros políticos, cumplir su palabra es una de las muchas cualidades de Miss Palko y su decisión ha sido la anunciada: no comprometer su prestigio, ni su profesionalidad, ni por supuesto su dignidad. Y yo… la aplaudo.
Sólo me queda decir públicamente que mil gracias a Miss Palko y a su equipo por tantos bellos momentos vividos en el Turina. Que puede sentirse muy orgullosa de lo realizado y que ella no ha fracasado; quien lo ha hecho es Sevilla y sus gobernantes.
¡Qué vergüenza de ciudad!
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