A tan sólo unos días de que a las playas de Cádiz les hayan renovado la concesión de la Bandera Azul de los Mares de Europa, varios usuarios de las mismas han contactado con este periódico para denunciar el mal estado en el que se encuentran las playas, especialmente las de Extramuros.
Ayer martes, una madre que disfrutaba de la playa con sus pequeños se veía sorprendida a media tarde por la aparición de una jeringuilla en la arena. Lo peor de todo este asunto no es sólo la aparición de este artilugio, sino que quien se percató de su existencia fue su hijo menor de un año de edad, que se encontraba gateando. “Si no hubiera estado pendiente de mi hijo, cualquiera sabe qué habría ocurrido, si no se la habría metido en la boca o le hubiera podido pasar cualquier cosa que ahora estaría lamentando”, afirma la madre aún con los nervios del episodio ocurrido ayer por la tarde. La jeringuilla aparecía entre la arena manchada de sangre, según relata la madre del pequeño que protagonizó la historia.
Este hecho conlleva “peligro para la salud de mi hijo, puesto que fue en cuestión de segundos y se la quité cuando estaba a punto de metérsela en la boca”, señala la afectada.
“Y no sólo eso, también había un tampón utilizado”, por el entorno. En conclusión, la usuaria describe, junto con otros usuarios que hay por el entorno, que “la playa se encuentra en muy mal estado de limpieza”, máxime si tenemos en cuenta las fechas, que ya empieza a apretar el calor y que son muchas las personas que comienzan a ir de manera asidua a disfrutar de la playa.
Según le explicaron personas que residen por el entorno, “apenas si se ve a los operarios limpiando las playas, y el tractor que removía la arena y que arrastraba la suciedad, este año aún no lo hemos visto”.
Asimismo, según la denuncia de otros usuarios, en otros puntos de la playa se han encontrado profilácticos utilizados y otros artilugios que denotan “que las playas no están tan limpias como pueda parecer”.
Estos usuarios demandan una mayor limpieza de las playas al Ayuntamiento para evitar que puedan ocurrir “situaciones que no deseamos ninguno de nosotros”. Consideran que “debe tenerse un mayor celo y más mimo con espacios como éste que congregan a tanta gente en los meses de verano”.
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