Andalucía

IU y Podemos: quizás no tan confluyentes...

Las dos formaciones que concurrirán unidas al 26J han tomado caminos diferentes en el 28% de las votaciones en el Parlamento desde que arrancó la legislatura

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  • Maíllo y Rodríguez, el jueves -

Pablo Iglesias y Alberto Garzón rubricaron hace una semana con un simbólico abrazo en Puerta del Sol el pacto que se traducirá en listas conjuntas en las urnas el próximo 26J. Aupados sobre la cresta de la ola y con el augurio de sorpasso al PSOE contagiando a líderes y militancia, también se encargaron de escenificarlo el jueves en el patio central del Parlamento autonómico, ante el busto de Blas Infante y con bandera blanquiverde asida por los extremos,  Antonio Maíllo y Teresa Rodríguez, los líderes territoriales de IU y Podemos. Ya hay nombre para la coalición, se perfilan  listas y se moldean estrategias.

Aunque comparta principios ideológicos y posicionamientos troncales en aspectos clave, la confluencia de la izquierda no siempre defiende un discurso común cuando toca decantarse en el Parlamento andaluz. Ocurrió este mismo jueves, cuando se presuponía que Podemos igualaría la abstención de IU en la reprobación al consejero de Justicia e Interior, Emilio de Llera, por sus polémicas declaraciones en Ondaluz TV sobre la supuesta falta de independencia de jueces y fiscales y la “sociedad enferma” que secunda a Pablo Iglesias. La formación morada viró a última hora enojada por la “prepotencia” del PSOE en la sesión de la mañana, dio el sí al tirón de orejas al consejero y confirmó que la unidad del flanco izquierdo de la Cámara no está tan blindada.

Las cifras parecen confirmar que ambas formaciones no han sido estos meses todo lo coincidentes que se les presupone ahora. El Parlamento de Andalucía ha reunido a sus 109 diputados en 20 Plenos desde que arrancó la legislatura y en 17 de ellos sus señorías han tenido que posicionarse sobre iniciativas del Gobierno o de la oposición. En total, incluida la sesión de la pasada semana, han accionado los botones del sí, el no o la abstención en 429 ocasiones. El sentido del voto acumulado en todas esas sesiones revela que IU y Podemos han tomado en ese tiempo caminos divergentes en 123 votaciones. Traducido, no se han puesto de acuerdo ante el 28% de las votaciones vinculadas a iniciativas sometidas a debate en el Pleno.

Cierto que hay una coincidencia casi unánime cuando en la Cámara se debate sobre derechos laborales, blindaje del Estado del Bienestar o reivindicaciones con vertiente social, pero las diferencias afloran por otras vías. Un ejemplo: en las 63 votaciones sobre enmiendas que precedieron a la aprobación final de los Presupuestos, la nueva confluencia votó en sentido contrario hasta en 24 ocasiones. En otra moción sobre aspectos generales de la atención a la Dependencia difirieron en 12 de las 13 votaciones y, en un ejemplo más, fueron incapaces de hacer frente común en las 19 ocasiones en las que se votó sobre una moción del PP sobre el uso y control de los fondos públicos. Y así hasta en 123 votaciones.

Ni en los reveses de Díaz...

El Gobierno de Susana Díaz acumula ya tres serios reveses bajo el techo del Salón de Plenos del Parlamento: dos rechazos a otros tantos decretos-leyes vinculados a la Función Pública, ambos aprobados luego tras verse el Ejecutivo obligado a retirarlos y retocarlos, y la reprobación hace apenas días del consejero De Llera. Sólo en uno de esos tres episodios coincidieron los votos de IU y de Podemos. En los otros dos, divergencias.

En la primera sonora derrota del PSOE, en septiembre, se tumbó el decreto que pretendía reconocer como antigüedad a los funcionarios el tiempo  desempeñado como interinos. En aquella sesión IU optó por abstenerse, como C’s, pero Podemos hizo coincidir su voto de rechazo con el del PP, lo que le ganó durante meses desde las filas socialistas la acusación de haber resucitado la pinza con la derecha que, paradojas, en su día encarnó IU. En el segundo caso sí hubo coincidencia: los de Maíllo y Rodríguez accionaron el botón del no y la Cámara  devolvió el decreto que pretendía camuflar entre su articulado la integración de los trabajadores de Faffe en el SAE. En el tercer capítulo, nueva divergencia: IU se abstuvo y no reprobó a De Llera, mientras Podemos pulsó el sí.

Apoyos en iniciativas propias

Al nuevo bloque de izquierdas hay que reconocerle que en ocasiones suele brindarse mutuamente el único apoyo que reciben sus proposiciones. Le ocurrió a Podemos cuando tocó votar su  Ley de Cuentas Claras y su propuesta sobre emergencia habitacional, que tan sólo recabaron el respaldo de IU. En sentido inverso, las iniciativas de Izquierda Unida sobre la Consultas Ciudadanas y el   Ente Público de Crédito de Andalucía sólo coincidieron en su día en el sí con Podemos.

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