La Rosaleda fue el mejor marco para la fiesta blanquiazul que se vivió durante el último partido liguero del Málaga CF que goleó a la UD Las Palmas por 4 a 1, y acaba la temporada en octava posición, con un invitado recibido con más pitos que aplausos por la grada, el jeque Abdullah ben Nasser Al-Thani.
Los locales encararon un partido donde la igualdad regó el césped mucho más que lo que indicó el marcador final. Los aficionados no quería que nada les ahogara la fiesta, ni siquiera el sol y el calor que hizo abanicarse sin parar a los numerosos asistentes vestidos con la camiseta de su equipo, muchos de ellos no medían más de un metro.
La efectividad del equipo de Javi Gracia en los últimos minutos le dio el punto y final a una temporada con un inicio incierto pero que acabó con el respaldo de la afición a la plantilla y entrenador. Reacción diferente tuvieron con el presidente del club, que saltó al campo para dar la vuelta de honor junto al resto de la plantilla y los pitidos cubrieron algunos tímidos aplausos.
El partido comenzó con el ritmo que impuso el Málaga y con Charles, bigoleador de la jornada, avisando de lo que vendría más tarde. Pero Raúl Lizoain fue un muro infranqueable en esos primero instante, muro que se encontró el delantero croata Duje Cop en otra acción de peligro malaguista.
Aunque la primera ocasión clara de gol fue de los canarios, a través de un cabezazo de Willian José que estrelló en el palo en el minuto 20. Seis minutos más tarde, cuando el partido perdía ritmo, llegó el gol de Cop de cabezas tras un centro de Miguel Torres por la derecha. Esta vez el croata supo engañar al portero visitante y el balón entró.
La réplica no tardó en llegar y, en el 31, Tana centró tras un córner mal defendido por el Málaga y Willian José tocó el esférico para poner la igualdad en el marcador.
Los canarios reaccionaron animados por el empate y empezaron a asediar la portería de Guillermo Ochoa, quien tuvo que esmerarse bajo los palos y evitar el segundo gol visitante.
El peso del ataque lo llevaba Las Palmas, pero el Málaga, antes del descanso, provocó una jugada de peligro en el área visitante donde una mano de Lemos acabó en penalti y el encargado de transformarlo fue Charles. Al descanso, 2-1 y la grada de fiesta.
El mejor broche final
El dominio inicial en la segunda parte fue amarillo. El conjunto de Javi Gracia, ausente en el banquillo tras la sanción con tres partido tras su expulsión en el partido ante del Celta de la pasada semana, no salía de su área, el sol había entumecido a los locales.
Fue el momento de los cambios para cambiar el ritmo al encuentro y una calurosa ovación acompañó la salida del campo de Recio y Cop. Las Palmas apostó por el empate y Ochoa hizo todo lo posible por evitarlo.
Los minutos pasaron y se llegó al 83, donde Atsu, en un alarde de velocidad, anotó el 3-1. El cansancio y las salidas rápidas del Málaga propiciaron que Charles pusiera la puntilla al partido con el cuarto tanto, que le dedicó a una grada totalmente entregada.
Al final, goleada (4-1) y vuelta de honor al campo de los jugadores donde los aficionados que hicieron frente al calor, ovacionaron al equipo.
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