El peculiar diagnóstico que trazó hace apenas 15 días Emilio de Llera sobre el estado de la Justicia y el hipotético ascenso de Podemos el 26J le ha granjeado el dudoso honor de convertirse en el primer integrante de un Gobierno de la Junta reprobado por el Parlamento andaluz en toda la era autonómica. La reprimenda política de la Cámara, una mancha en la hoja de servicio pero sin consecuencias legales o administrativas al ser la destitución una competencia exclusiva de la presidenta, salió adelante este jueves gracias a la suma de los 56 votos de PP (el impulsor de la propuesta), C’s y Podemos. La formación que lidera Teresa Rodríguez escondió su voto hasta última hora y se especuló con una abstención que al final no se produjo y por la que sólo optaría IU. El PSOE, por lógica, votó en contra.
En su escaño, el consejero de Justicia tuvo que oír la cascada de críticas que le llovieron desde el atril por, entre otras cosas, despacharse en los estudios de Ondaluz TV con aseveraciones como que los jueces actúan como reyes de taifas y con conductas similares a las de Hitler, que también se consideraba independiente; que los fiscales no son neutrales porque responden a mandatos superiores contaminados por la política o, en el plano político, que una cosecha de votos de Podemos el 26J superior a la del 20D revelaría que “la sociedad está enferma”.
Todo eso, y más, le reprochó a De Llera la mayoría del Parlamento antes de certificar su reprobación respaldando la proposición no de ley del PP. Pese a incluir una modificación puntual promovida por C’s, se le censuran sus “desafortunadas e inapropiadas declaraciones, impropias de un miembro del Gobierno andaluz”.
En la defensa de su iniciativa, la portavoz parlamentaria del PP, Carmen Crespo, lamentó que las declaraciones de De Llera no fueran “puntuales, sino una forma de pensar y actuar”, además de augurar que no será destituido porque en realidad el consejero cumple “la misión que le mandata la presidenta”.
A C’s no le convencieron las “disculpas”, de ahí su voto afirmativo, y José Antonio Castro, de IU, censuró la ausencia de ceses. Podemos tachó las declaraciones de “groseras desde un punto de vista literal” aunque descontextualizadas, y el PSOE lamentó el escarnio a alguien “intachable” que ya pidió perdón.
Podemos viró el voto por "prepotencia" del PSOE
El PSOE llegó a estar convencido durante toda la mañana de que Podemos apoyaría la reprobación, de ahí la virulencia con la que se despacharon tanto la presidenta como el portavoz Mario Jiménez contra Podemos en la sesión de control, llegando incluso a tacharlos de “mariachis del PP”. Esta actitud provocó que Teresa Rodríguez decidiera cambiar el sentido del voto y accionara el botón del sí. Fuentes de Podemos aseguraron a Andalucía Información que en el cambio influyó la “prepotencia” del PSOE, que necesita una “cura de humildad”.
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