El presidente de Médicos sin Fronteras (MSF), José Antonio Bastos, plantea la idea de que se debería exigir responsabilidades penales a los gobiernos de la UE por la gestión de los refugiados, ya que, a su juicio, están "obstruyendo y complicando el problema" por falta de voluntad política.
En una entrevista con Efe el responsable de esta ONG, que desde el inicio de la guerra en Siria se ha situado en primera línea, apoyando la asistencia sanitaria dentro de las ciudades más afectadas y con una operación de rescate en el Mediterráneo, explica que en la gestión de los refugiados "no hay nada nuevo", que ya se hizo "sin problemas" en otros conflictos, como el de la ex Yugoslavia, con la reubicación de dos millones de bosnios.
"No hay nada imposible y que no se hubiera hecho antes: Europa y España llevan décadas acogiendo refugiados y tiene procedimientos y sistemas que funcionan; no había que inventar nada, solo aumentar la capacidad de los sistemas de acogida y tener voluntad política", asegura este doctor especialista en Medicina Familiar, nacido en Jaca (Huesca) y presidente de esta ONG desde 2010.
No entiende por qué se ha generado una "leyenda de cifras" y explica que en el caso de España, el compromiso de acogida de 16.000 refugiados equivale a dos refugiados por municipio.
"En un mundo justo y normal, muchos gobiernos acabarían en un tribunal por las decisiones que están adoptando ahora mismo, pero desde luego acabarán en los libros de historia dentro del periodo oscuro de la UE, cuando Europa traicionó sus principios y cometió lo más vergonzante para todos los ciudadanos europeos".
El conflicto en Siria está alcanzando los extremos más brutales, opina, con ataques a campos de desplazados y a hospitales, porque la guerra se dirige contra los civiles, denuncia.
Bastos destaca que los centros sanitarios apoyados por MSF han sufrido ataques desde 2012 y lamenta que hasta 2015 no se haya reaccionado, por parte de los gobiernos y de la opinión pública. "Es fantástico que se sepa".
"No podemos tolerar que los ataques a hospitales sean lo normal porque ocurren con mucha frecuencia", exclama, porque detrás de ellos están profesionales sanitarios sirios que se juegan la vida cada día. "Deciden sacrificarse por su gente y lo pagan con su vida, es cruel e injusto".
En 2015, 23 colaboradores de Médicos sin Fronteras murieron y 58 resultaron heridos en un centenar de ataques aéreos o de artillería sobre 63 hospitales y clínicas de Siria, de los que una docena quedaron totalmente destruidos.
Por ello, este médico activista, con muchas misiones en terreno a sus espaldas, reclama una investigación independiente de cada ataque para que se depuren las responsabilidades y se sancione a los culpables de las muertes de civiles.
"De cada ataque contra objetivos civiles de hospitales y campamentos de desplazados debe haber una rendición de cuentas clara y aunque no haya medidas penales de corte criminal, que se depuren responsabilidades en la cadena de mando de los ejércitos", reclama.
Los ataques contra hospitales no se limitan a Siria, el pasado mes de octubre fue bombardeado un hospital de MSF en Afganistán en el que murieron 42 personas y otro en Yemen, con varias víctimas mortales.
"Los conflictos deberían ser confrontaciones entre ejércitos; lo que vemos en Siria y en otros conflictos son guerras en las que los ejércitos se ensañan brutalmente contra la población civil", señala. "Un ataque a dos campos de desplazados -como los ocurridos el pasado jueves-, con gente desesperada y huyendo de la violencia, es lo más atroz que he visto hasta ahora".
El presidente de MSF en España recuerda que "los hospitales eran el último respeto a la humanidad" y por ello exige que se siga respetando el estatus de protección de las instalaciones civiles y hospitales, que se elimine la burocracia para la distribución de la ayuda humanitaria y que se permita la salida de los heridos de las poblaciones sitiadas.
"No sabemos cuál es la manera de acabar con la guerra en Siria; pero está claro que algo está fallando muy seriamente en los mecanismos de la diplomacia", en un conflicto "brutalmente atroz" desde hace ya varios años" y que está generando millones de refugiados.
Bastos concluye explicando que Médicos sin Fronteras lleva años, junto con a otras ONG, prestando asistencia "de calidad a refugiados" con la financiación de la UE, aunque con el conflicto Sirio, Europa "ha ignorado el problema", indica.
"Desearía que si se pudieran exigir responsabilidades a los gobiernos, algunas cosas que han hecho son en contra de acuerdos internacionales, que son marcos legales; debería haber alguna posibilidad de exigir responsabilidades penales por esto".
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