El pistoletazo de salida que el BOE ha dado a la carrera hacia el 26J abrió también este martes de par en par la puerta a otra precampaña electoral eterna, un clima de contienda política ya cotidiana que arrancó tras el verano, engarzó con la cita del 20D y que ya no se desvaneció jamás. El consumado fracaso a todas bandas en la aventura de formar Gobierno y el botín que los partidos vuelven a jugarse en Andalucía, con sus 61 escaños, amenaza con no rebajar hasta las urnas el listón de la batalla entre partidos.
No era casualidad, por ejemplo, la cita en el Hotel Renacimiento de Sevilla a primera hora de la tarde. Susana Díaz convocó a la cúpula del PSOE andaluz en torno a su Consejo Director, el máximo órgano de decisión entre congresos, para lanzarles un nítido mensaje: hay que engrasar la maquinaria porque lo que queda por delante no es ninguna broma. Y ante el atril, la presidenta presentó a su partido como la única alternativa “por la igualdad y la solidaridad” ante el nuevo fuego cruzado de sus dos declarados enemigos: el PP desde la derecha y la nueva confluencia entre IU y Podemos desde al ala izquierda.
Sobre los primeros, el ideario es un viejo conocido: Rajoy ha “abierto la brecha de la desigualdad” y pretende “seguir apretando las tuercas al ciudadano” alentando recortes a los que la Junta no se cansa de decir no. “Del PP no queremos nada, no queremos ir a ningún sitio con ellos porque han hecho mucho daño”, proclamó Díaz para neutralizar cuando especulación tras asegurar horas antes su secretario de Organización, Juan Cornejo, que el PSOE está por “vetar políticas, no a partidos”, algo que podía haber sonado a una mínima vía de entendimiento con el PP.
La lluvia de dardos tenía también como destinatario a Podemos, una formación que según la presidenta “ha envejecido un siglo en cuatro meses” y que comete el error de forjar “una nueva confluencia con Rajoy” en su idéntica negativa al Gobierno progresista. La confluencia con IU quedó relegada a “unión temporal de partidos” y a “matrimonio de conveniencia”, en el que no “hay amor sino interés” por una contundente conclusión: subyace “el odio al partido socialista”.
En la otra orilla, el presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, disparaba las alarmas al no descartar que la lista al Congreso por Málaga pueda encabezarla el alcalde de la capital, el veterano Francisco de la Torre, desatando los rumores sobre una sustitución en el Consistorio por el edil de Hacienda, Carlos Conde, o el presidente de la Diputación, Elías Bendodo.
El elogio-apuro del presidente canario...
Díaz y su homólogo canario, Fernando Clavijo, protagonizaron a primera hora de la mañana un desayuno-coloquio en el que coincidieron en reclamar un nuevo modelo de financiación autonómica. Esa sintonía palpable puso en un aprieto a la presidenta cuando Clavijo aseguró que no sólo la ve como “la primera presidenta en el futuro” sino en “el presente”. El debate sobre las aspiraciones de Díaz, ahora silenciado, resurgía de forma inesperada y con gesto visible de sorpresa en su rostro...
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