El Observatorio Europeo Austral (ESO) anunció este viernes el descubrimiento de un cometa "único" que lleva congelado miles de millones de años, por lo que el estudio de su composición podría aportar pistas sobre el origen del Sistema Solar.
El cometa denominado C/2014 S3 (PANSTARRS) se formó en el interior del Sistema Solar, junto con la Tierra, pero fue expulsado en una fase muy temprana hasta más allá de Neptuno, donde ha permanecido "profundamente congelado" en la denominada Nube de Oort.
"Este es el primer asteroide 'en crudo' que hemos podido observar: se ha conservado en el mejor congelador que hay", señaló Karen Meech, responsable del estudio y miembro del Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawai.
La científica explica en un artículo publicado hoy en la revista especializada Science Advances que captaron por primera vez su existencia a través del telescopio Pan-STARRS1.
Entonces llamó su atención que no tenía la típica cola larga propia de los cometas de largo período, los que trazan mayores órbitas (la actual de este cometa es de 860 años) cuando comienzan a acercarse al Sol.
Decidieron por eso bautizarle con el nombre de Manx, en referencia a una raza de gatos sin cola.
Posteriormente, gracias al telescopio VLT -instalado en Chile-, descubrieron que el C/2014 S3 (PANSTARRS) era eminentemente rocoso, en vez de helado, algo "inusual" para un cometa situado en los confines del Sistema Solar.
Esta composición es típica de los cometas del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, los llamados de tipo S, lo que a juicio de los expertos indica que se encuentra en una órbita cercana al Sol desde hace relativamente poco tiempo.
Un análisis más detallado de la luz reflejada por este cometa ha arrojado que sus componentes, gracias a las bajas temperaturas, han sufrido muy poco procesamiento y ofrecen una ventana al origen del Sistema Solar.
"Hemos encontrado el primer cometa rocoso y estamos buscando otros", explicó Olivier Hainaut, coautor del estudio, que espera dar con más cometas similares para conocer mejor cómo se fue conformando el Sistema Solar.
"Dependiendo de cuántos encontremos, sabremos si los planetas gigantes bailaron por todo el Sistema Solar cuando eran jóvenes, o si crecieron tranquilamente sin moverse mucho", aseguró Hainaut.
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