Carmen Castilla está convencida de que UGT tiene por delante una decisiva etapa en la que, por mandato ciudadano, debe “retomar la pancarta” y “recuperar la calle”. Está llamada a hacerlo, advirtió ayer durante la entrevista concedida a Ondaluz TV, para recuperar así buena parte de los derechos que la crisis y los recortes han dilapidado en los últimos años. “La clase trabajadora necesita un sindicato fuerte y éste lo va a ser”, auguró, porque “ya está bien de recortes y de índices de exclusión y de desigualdad que son los más altos de toda Europa”.
Reelegida secretaria general en Andalucía en abril por primera vez en un Congreso Ordinario (en 2014 fue nombrada en un comité regional tras la dimisión de Francisco Fernández), Castilla asegura sentirse “legitimada” por las bases pese a que su candidatura recabó sólo un 70% de apoyos. “Ese 30% restante es recuperable, son compañeros que no daban su voto negativo a la gestión sino a otra serie de diferencias”, confió.
Entre los objetivos para sus cuatro años de mandato figuran “reforzar el área jurídica” y, por encima de lo anterior, sentar las bases de un nuevo modelo de concertación social que sustituya al expirado y “se adapte a la nueva realidad de Andalucía”.
Castilla reservó espacio para la crítica. En plano interno, sobre los casos de corrupción que han salpicado a UGT-A, que asumió con “autocrítica” aunque reclamó respeto a la presunción de inocencia. Y también hacia la Junta, a la que cree “inmovilizada” en su gestión pese a concederle “un voto de confianza”.
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