La actriz Natalie Portman se sinceró con el público chino sobre su recién estrenado papel de directora y reconoció que, al principio, se sintió "incómoda" en ese rol, que desempeñó para crear la película "Un cuento de amor y oscuridad").
"Me di cuenta de que, al ser mujer, no estaba acostumbrada a expresar mis deseos de manera tan clara tantas veces al día. Como director, tienes que ser muy específico: 'quiero esto', 'quiero lo otro'. Me sentí incómoda al principio, pero luego ¡fue muy fácil!", explicó hoy Portman en el foro de coproducciones sinoextranjeras organizado en Pekín en el marco del VI Festival Internacional de Cine de la urbe.
La actriz, la estrella que más deslumbró este año en la apertura del certamen la víspera, participó en el foro sin mucha experiencia sobre coproducciones, pero con ganas de presentar su película al público chino, que la conoce sobre todo por su oscarizado papel en "Cisne negro".
Su primer filme como directora adapta una novela autobiográfica del escritor israelí Amos Oz que entrelaza la creación del Estado de Israel con su drama familiar, un relato que leyó hace diez años, cuando se tradujo al inglés, y que le "obsesionó" hasta que se dio cuenta de que tenía que convertirlo en largometraje.
Su pasado, además, está muy presente. "En la historia se mezclan otras historias que me contaron de pequeña", explicó hoy la profesional de origen israelí, que emigró junto a su familia a Estados Unidos.
Compartiendo escenario con el director italiano Giuseppe Tornatore, Portman animó a sus compañeros de la industria en China a ser "auténticos".
"No soy una experta en coproducciones, pero creo que en las películas lo más importante es ser específico, que los directores tengan ideas nuevas", reflexionó la actriz en el escenario, donde recordó cómo la gente dudaba sobre lo que era "Cisne negro".
"¿Es ballet? Pero, ¿también thriller? Y, ¿da miedo? ¿Quién era la audiencia a la que se dirigía? Era algo único, y se convirtió en uno de los proyectos más populares en los que he participado", reconoció.
Para Tornatore, las coproducciones "siempre tienen muchos elementos interesantes" y aunque reconoció que hay dificultades, porque a veces se produce un "choque de culturas", animó a "abrir la mente".
"Cada uno tira para su lado, pero al final se llega a un acuerdo y eso es la belleza de la película", manifestó el afamado director de "Cinema paradiso".
El también guionista italiano se mostró encantado con la "energía positiva" que viene del mercado chino, de la que también hablaron otros importantes profesionales de la industria, como el productor estadounidense James Schamus, presentado hoy como un "pionero" de las coproducciones con la segunda economía mundial.
"China se está convirtiendo en un nuevo Hollywood", aseguró el autor de libretos de largometrajes tan conocidos como "Tigre y dragón", de Ang Lee.
La industria del séptimo arte en China está creciendo a un ritmo "feroz", destacaron los asistentes, y los analistas auguran que podrá superar a EE.UU. como mayor mercado del cine mundial antes de que termine esta década.
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