El Consejo de Ministros ha autorizado al Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA) del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a lanzar la primera convocatoria de las nuevas ayudas generales y anticipadas para la producción de largometrajes sobre proyecto.
El importe de la convocatoria es de 30 millones de euros que se distribuirán en dos fases: 20 millones en una primera convocatoria, que se publicarán alrededor del día 20 de abril en el Boletín Oficial del Estado, y otra de 10 millones, cuando se resuelva la primera, ya en verano.
Según ha explicado este viernes en la rueda de prensa posterior al Consejo la vicepresidenta y portavoz del Gobierno, ésta es la primera vez que se convocan estas ayudas, que sustituirán a las anteriores a la amortización, si bien ambos tipos de subvenciones convivirán durante dos años para facilitar el cambio de modelo al sector.
Estas ayudas, que están destinadas a grandes producciones y con apoyo de televisiones, con un presupuesto mínimo de 1,3 millones de euros (400.000 euros si es un documental, y 700.000 si es coproducción), con un mínimo del 35% del presupuesto garantizado, y que se estrenen en 20 salas; la subvención máxima podrá alcanzar los 1,4 millones.
Se concederán de forma escalonada y sustituirán progresivamente a las antiguas ayudas a la amortización, que fueron objeto de fraude.
No obstante, ambas modalidades convivirán durante un periodo de transición hasta 2018, debido a que las ayudas a la amortización se conceden dos años después del estreno.
La convocatoria de este año, correspondiente a largometrajes estrenados en 2014, se publicó el pasado 22 de marzo, por un importe de 33 millones de euros.
El Gobierno destinará además otros seis millones de euros en 2016 al cine independiente, las llamadas ayudas selectivas, segunda pata de la nueva normativa aprobada en diciembre pasado mediante la Orden ECD/2796/2015, de 18 de diciembre.
De este modo, el Gobierno aportará este año en total unos 69 millones de euros para apoyar la producción cinematográfica -frente a los 633 millones que reparte el Gobierno francés, aunque en su caso la partida no procede del presupuesto del ministerio sino de impuestos recaudados previamente al sector-.
El nuevo modelo de ayudas al cine pretende introducir criterios de objetividad en la adjudicación de las mismas y evitar fraudes como los destapados en diciembre pasado, sobre productores o exhibidores que falseaban los datos de taquilla para conseguir acceder a las ayudas a la amortización.
El problema que ven los productores al nuevo modelo es su dotación, que consideran insuficiente y que hará que muchas películas que consigan la puntuación requerida se queden sin ayuda.
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