Investigadores de la Universidad de Almería, el CIESOL y la Plataforma Solar de Almería están participando en un proyecto europeo, pionero a nivel mundial, con el que se pretende transformar el calor residual que genera la industria en energía eléctrica.
Lo que hacen es poner, en un circuito cerrado, una disolución de alto contenido en sal y otra diluida que con su movimiento producen electricidad. El inconveniente de dicho proceso es que se genera una salmuera que hay que regenerar para volverla a usar en la obtención de energía.
Y esto se consigue usando el calor residual de las empresas.
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