Eran las cinco de la tarde cuándo a las puertas de la Iglesia de San Cristobal no dejaba de caer agua. La Junta reunida decidía si hacía su Estación de Penitencia y mientras en la calle la gente se iba agolpando en las calles aledañas.
Finalmente pasadas las 6 de la tarde la Hermandad vio un claro en el cielo y decidió comenzar el desfile. Se abrieron las puertas de la Iglesia y comenzaron a salir los nazarenos en fila. A continuación se descorrió el toldo que guarda a los pasos y tras la llamada de Juan Carlos Marín, el Señor del Predimiento daba sus primeros pasos. Este año iba acompañado por una nueva Banda venida de Almería.
Continuaron saliendo nazarenos y las diversas autoridades civiles y militares del cortejo. Una vez que el Señor abandonó la plaza, fue la Virgen del Rosario la que se puso en marcha acompañada por los sones de la Banda de Música de Ronda. Tras la primera revirá encaraba la plaza donde esperaban los efectivos del cuerpo de Bomberos para lanzarle la tradicional petalada de rosas. Bella imagen de la Virgen bajo la lluvia de petalos a las puertas de la Iglesia.
Mucha suerte ha tenído este año el Prendimiento de salvar su salida procesional in extremis.
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