La tribuna de El Puerto

Siempre se busca una excusa

La habilidad para discutir y pelear parece íntimamente asociada a la condición humana, aunque para muchos antropólogos el comportamiento agresivo no siempre formó parte de nuestra forma de ser

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La habilidad para discutir y pelear parece íntimamente asociada a la condición humana, aunque para muchos antropólogos el comportamiento agresivo no siempre formó parte de nuestra forma de ser.

Como ocurre con otros aspectos negativos del ser humano, nos gustaría que la agresividad que manifestamos hacia nuestros semejantes fuese un legado de nuestra originaria condición animal, como si así pudiésemos desprendernos de un lastre que impide mostrar la bondad generalmente atribuida al ser humano.

Pero hasta en la posesión de algo tan nefasto como es la agresividad, los humanos no podemos evitar considerarla algo intrínsecamente ligado a nosotros mismos.

Algunos neurólogos y antropólogos relacionan el aumento de nuestra agresividad con la evolución de nuestro comportamiento alimentario. Así, al cambiar una dieta basada en frutas y verduras por otra rica en granos y carne, pudo afectar catastróficamente a la química del cerebro, afectando a la relación entre sus hemisferios.

Hace tres años, los investigadores Douglas P. Fry y Patrik Söderberg publicaron un trabajo demostrando que el principal cambio del comportamiento agresivo ocurrió cuando los humanos cazadores-recolectores nómadas pasaron a ser agricultores sedentarios.

El mes pasado, la investigadora Anna M. Marzec y sus colegas publicaron que en una selva de Borneo fueron testigos del asesinato de una hembra orangután por otra, ayudada por un macho. Estos grandes simios son considerados, junto a chimpancés y gorilas, los primates vivientes más cercanos al ser humano, y no es la primera vez que en primates se observa un comportamiento de este tipo, aunque si en esta forma.

No puedo negar  que nuestro entorno y forma de vida puedan fomentar la agresividad, pero considerar que el ser humano es bueno por naturaleza, y que aspectos como la alimentación estarían en el origen de asesinatos, guerras y demás atropellos, me parece una idea que debiésemos abandonar.

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