Málaga

El Museo de Málaga cumple un siglo de vida y de espera para su sede definitiva

Ha tenido que pasar un siglo para que los tesoros artísticos del Museo de Málaga vean la luz en su sede definitiva, La Aduana. Los traslados han perseguido la trayectoria de la centenaria historia de la pinacoteca, que se inauguró en 1916 en una casa del Marqués de Larios en la calle Pedro de Toledo

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Lo dice el refranero: “Todos los caminos conducen a Roma”. Después de múltiples mudanzas, la casa definitiva de este acervo plástico se encuentra a muy pocos metros de donde vio la luz por vez primera. En la calle Pedro de Toledo se inauguraba un 17 de agosto de 1916 el Museo Provincial de Bellas Artes en una casa cedida por el Marqués de Larios, gracias al entusiasmo de un nutrido grupo de malagueños liderados por la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo que, desde su nacimiento a mediados del siglo XIX, demandaba un museo que sirviera para las enseñanzas de los alumnos de este colectivo artístico y para la contemplación y el disfrute de todos los malagueños.

En estos principios fundaciones jugó un importantísimo papel la donación del artista Antonio Muñoz Degrain, quien en ese mismo año formalizó la donación al museo de su propia colección  integrada por 22 obras de su mano y 16 de otros autores valencianos de reconocido prestigio como Ferrándiz, Agrassot, Francisco Domingo Marques, Emilio Sala, Martínez Cubells, Sorolla, Ramón Casas, Rosales y pintura de juventud de Pablo Picasso. Degrain pretendía con este gesto incrementar los escasos fondos con que contaba la institución a principios de siglo, convirtiéndose su donación en la génesis del núcleo más importante del museo, la pintura del siglo XIX.

Será en este año 2016 cuando abrirá las puertas la imponente Aduana para exhibir las colecciones de Arqueología y Bellas Artes, los fondos de una pinacoteca itinerante, que tras cuatro décadas en el antiguo convento jesuita de la Plaza de la Constitución y su posterior traslado en el año 1961 al Palacio de Buenavista hasta su desmantelamiento en el año 1997, llevan casi veinte años almacenados.

La Comisión Ciudadana La Aduana para Málaga desarrolló una importante labor en la exigencia de la apertura de la pinacoteca en la sede de la antigua Subdelegación del Gobierno. Y de estas manifestaciones y protestas nació la Asociación Amigos del Museo de Málaga. Bellas Artes y Arqueológico, colectivo que supera los 800 socios. Es curioso que este colectivo, cuyo presidente es Rafael Martínez, lleva diecisiete años dedicados a la promoción y la estimulación de las actividades en torno a las colecciones de un museo inexistente. Por ello, uno de los principios de la misma es la consecución de una sede, preferentemente La Aduana, un objetivo que “retiraremos cuando el edificio sea inaugurado”, afirma Martínez.

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