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Lo primero y lo último

Aprender más sobre el mundo de las emociones, conocerlas, gestionarlas adecuadamente mejora el mundo, trae mejores músicas y a lo mejor puede, hasta con la violencia

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El 25 de junio de 2015 aparecía una noticia en el diario “El País” que decía: “El alzhéimer no puede con la música”. Se conservan los recuerdos musicales aún en las etapas más tardías de la enfermedad, cuando ya no recuerdas tu nombre, recuerdas la letra de una canción. La razón es que la música está muy unida a las emociones y la emoción es una puerta al recuerdo. Los estudios anatómicos de por qué se produce este fenómeno, aparentemente contradictorio, no están muy desarrollados, pero la práctica lo ha demostrado. Hay mucho que estudiar todavía, pero una enfermedad que tememos tanto, porque te lleva a ti, antes que a tu cuerpo, tiene más dificultades con aquello que nos hace tan intrínsecamente humanos como son las emociones.
Hace siglos que las personas buscan un lenguaje universal, de hecho parece que va ganando el idioma de la gran potencia estadounidense, lo comprobamos en cómo se  vacían nuestros bolsillos en academias para obtener títulos tan elocuentes como B1, B2, etc. Pero la verdad es que lo tenemos desde el principio, desde que el ser humano es humano: la música. Lanza puentes donde falla todo lo demás. Hasta el festival de eurovisión lo tuvo claro en 2015, su objetivo fue resaltar elcarácter unificador de la música sin importar fronteras, culturas e idiomas. Al final dio un paso más y hasta se derribaron muros. Los finlandeses mandaron como representantes a un grupo formado por dos personas con síndrome de Down y dos con autismo. Hoy en día esto es algo anecdótico que resaltan las noticias, espero un futuro diferente donde ya no lo sea.También que a la música se la considere algo más que un fenómeno comercial y en las escuelas, esa asignatura maría donde se enseña a los que se puede a tocar la flauta dulce.Porque un mayor conocimiento musical también lleva a conectar con nuestras emociones. Esas que hoy intentamos enfatizar con emoticonos en nuestros mensajes de texto, donde no está ni la presencia ni la voz.
La música intenta no excluir ni a los sordos, se está avanzando en este campo con tipos de conciertos diferentes, donde la letra se interprete en lenguaje de signos y puedan sentir la música a través de las vibraciones. Este pasado año, en el día de las personas sordas fue todo un éxito el concierto “Vibrando”, se emitió en frecuencias más graves, más asequibles a este colectivo y lo fundamental consiguió emocionarlos.
Aprender más sobre el mundo de las emociones, conocerlas, gestionarlas adecuadamente mejora el mundo, trae mejores músicas y a lo mejor puede, hasta con la violencia. 

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