Afrontando la última semana de febrero, la Liga se estrecha cada vez más en el calendario y obviamente, todos los equipos (y el Betis no es una excepción); ya marcan en rojo aquellas citas importantes en las que, sin duda alguna, los verdiblancos en este caso se jugarán los cuartos para cumplir el objetivo de la permanencia en Primera.
La situación desde luego a día de hoy no aprieta ni ahoga; pero también es cierto que seis puntos en el mundo del fútbol con tanto campeonato aún por delante, es un verdadero suspiro.
Trece jornadas que todavía restan por disputarse que dan para mucho y dos condicionantes contrapuestos para la consecución del propósito en la entidad heliopolitana; como es el de salvarse sin las fatigas de otras temporadas.
Y es que de partir por la mitad la competición, queda en este sentido muy claro, dónde debe poner de verdad toda la carne en el asador el Betis de Merino, quien seguro buscará amarrar todo lo que pueda y más las victorias para el equipo de las trece barras como local; habida cuenta de los adversarios con los que se verá las caras el cuadro bético.
Contrincantes que cohabitan con los verdiblancos en la zona media-baja de la clasificación liguera y que tendrán que visitar el Benito Villamarín de aquí al final de Liga.
Pues salvo frente al Espanyol, cuyo encuentro se disputará en tierras catalanas, todos los clubes por debajo del Betis en la tabla clasificatoria serán los que pasen por el estadio de Heliópolis; con la excepción del Málaga, en estos momentos, cuatro puntos por encima del bloque bético y un puesto justo inmediatamente superior al verdiblanco y por supuesto del FC Barcelona.
Estos son: Rayo Vallecano, Granada, UD Levante y Getafe por orden de aparición en el calendario.
Administrar la ventaja y aumentarla en próximas citas es crucial en esta serie de partidos, cuya historia dice que no suelen ser solventados con relativa facilidad y menos este año en casa, donde el balance global no podría ser más deprimente; pues la afición verdiblanca únicamente ha podido disfrutar de dos victorias de los suyos en el Villamarín.
Una hoja de ruta que choca si se contempla la dificultad que el Betis abordará a domicilio, donde tendrá que visitar San Mamés, el Calderón, Balaídos, el Ramón Sánchez Pizjuán e Ipurúa.
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