Que hubiera más gente que lo pensó, es posible. Pero pocos dieron por hecho y dejaron testimonio que la Gala del Carnaval sería un fracaso por culpa de la lluvia. Algún concejal de la oposición que publicó en su perfil de Facebook unas fotos de una una hora antes del comienzo en la que se veía casi todo vacío. Vamos, lo que esperaba -¿y deseaba?- que ocurriera.
Pero no señor. La gente, que está harta de todo menos de cachondeo porque eso ya es una cosa que apenas se puede permitir, acudió al Parque Almirante Laulhé en masa y llenó -casi, casi- el recinto a pesar de que no sólo se barruntaba lluvia, sino que llovía. No llovía a cántaros, pero ya son ganas de Carnaval estar allí con el calabobos empapando al personal.
Ya ocurrió el año pasado en el pregón del Selu en la plaza del Rey, que la gente aguantó. Lo mismo que en la Gala del Carnaval, también del año pasado amenazaba lluvia y la gente terminó mojada, pero de humedad. Pero estuvo allí. El viernes no iba a ser menos.
Es que es invierno
Lo de recordar lo que ocurrió el año pasado es para aquellos que ya están diciendo por las redes sociales que el concejal de Fiestas, Jaime Armario e incluso la alcaldesa, Patricia Cavada, son gafes y que les llueve en todas las fiestas.
Todavía no puede decir nadie que no lo sean, pero para demostrarlo fehacientemente tiene que llover a cántaros en la Feria del Carmen y de la Sal, que eso sí que sería un hecho extraordinario.
Que llueva en la fiesta del Cerro -que no llovió-, en la Cabalgata de Reyes -que sí llovió- o en la Gala del Carnaval, entra dentro de la lógica porque estamos en otoño y en invierno. O sea, que independientemente del cambio climático, lo normal es que llueva.
La lluvia, de todas formas, ha sido poca y ha durado poco. Las actividades de estos días se han desarrollado con más o menos gente y la tarde-noche de los coros en el Parque Almirante siguió demostrando que cuando se eligió ese lugar -no sólo para los coros sino para el resto de los actos de las peñas- se acertó de pleno. Dicho sea con permiso de los vecinos de los alrededores que sufren los efectos colaterales en las puertas y casapuertas, ventanas y coches.
Pero volviendo a la Gala del Carnaval, casi cuatro horas de agrupaciones pasando por el escenario con la gente aguantando el tipo es ya todo un éxito. El carrusel de coros, sin embargo, tuvo más mala suerte y los coristas, en familia, cantaron bajo la lluvia.
Y entre una cosa y otra , las peñas siguieron su ritmo en el Parque y fuera de ese recinto, la Peña Aires de la Bahía celebraba su noche carnavalesca y baile de disfraces, como los AAAA Salesianos o el Círculo de Artes y Oficios. Sin olvidar la Peña El Perete en Albina del Puente.
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