Un grupo de guerrilleros vestidos como militares del Ejército irrumpió en las sedes de la alcaldía y el Palacio de Justicia del municipio de Garzón, departamento del Huila, mataron a dos vigilantes y un policía, y secuestraron al concejal Armando Acuña.
En la persecución a los rebeldes de las FARC que perpetraron el ataque murió un soldado que inspeccionaba las camionetas que los guerrilleros dejaron abandonadas cerca a una zona montañosa, una de ellas cargada con explosivos.
“Las encontramos y una de ellas estaba cargada con explosivos y ahí murió el soldado. Dos militares más resultaron heridos, uno de ellos de gravedad”, dijo un soldado a periodistas.
Al menos 10 hombres ingresaron a ese edificio, donde se desató un tiroteo con los encargados de la seguridad, entre ellos un policía que custodiaba la Alcaldía de Garzón, unos 400 kilómetros al sur de Bogotá.
En medio del intercambio de disparos, que produjo el pánico entre los vecinos y los empleados que a esa hora trabajaban, perdieron la vida los vigilantes Carlos Sierra y Fabio Ruiz, quienes se enfrentaron a los atacantes.
El policía Henry Salzar resultó herido y murió cuando era trasladado a un hospital de la localidad.
Tropas del Ejército y patrullas de la Policía iniciaron la persecución de los rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que perpetraron el atentado.
Jineth Rueda, una jueza municipal, dijo que se salvó milagrosamente, pues cree que los guerrilleros pretendían secuestrar a más funcionarios.
Agregó que la incursión “duró unos ocho minutos”, un tiempo durante el que “no pararon las balas”.
En el selvático departamento de Guaviare (sur) murieron cinco militares y cinco guerrilleros, cuatro de ellas mujeres, en combates.
Los enfrentamientos se libran entre las tropas de la Fuerza de Despliegue Rápido (Fudra) y un reducto del bloque Oriental de las FARC.
Un comunicado de las Fuerzas Militares precisó que perdieron a un suboficial y cuatro soldados profesionales, en tanto que otros seis resultaron heridos.
El mensaje agrega que los combates se registraron desde ayer a nueve kilómetros al norte del río Guayabero y de Caño Cafre, hasta las 12.30 horas del viernes (17.30 GMT), “durante los cuales fueron muertos cinco terroristas”.
Los seis militares heridos fueron evacuados del área y trasladados hasta el Hospital Militar de Apiay (centro), donde reciben atención especializada.
“La Fuerza de Tarea conjunta Omega continuará las operaciones militares y mantendrá la iniciativa en procura de neutralizar las acciones criminales de la organización terrorista FARC”, agregó el comunicado.
En los departamentos de Huila y Guaviare hay una fuerte presencia de las FARC e incluso en varias oportunidades sus concejales han tenido que trabajar en sitios diferentes a los habituales porque la guerrilla los considera objetivos militares.
En el 2006, esa guerrilla asesinó a nueve concejales del municipio de Rivera, también del Huila, que se encontraban en una sesión en un restaurante del lugar.
Estos hechos se suman a los registrados el jueves pasado, cuando las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia decretaron un “paro armado” en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela, donde dinamitaron un puente y atacaron una patrulla militar en el marco de la celebración del aniversario 45 de su fundación.
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